Una investigación revela que el exceso de alumnos en el aula aumenta el síndrome de 'burnout' en profesores de ESO

Un estudio liderado por el profesor del Departamento de Psicología Social de la Universitat de València Pedro Gil-Monte revela que el exceso de alumnos en el aula aumenta el síndrome de quemarse por el trabajo o 'burnout' en los profesores de Secundaria. El análisis se ha llevado a cabo en la Comunitat Valenciana, según ha informado la institución académica en un comunicado.
Estudio de burout
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Estudio de burout

Un estudio liderado por el profesor del Departamento de Psicología Social de la Universitat de València Pedro Gil-Monte revela que el exceso de alumnos en el aula aumenta el síndrome de quemarse por el trabajo o 'burnout' en los profesores de Secundaria. El análisis se ha llevado a cabo en la Comunitat Valenciana, según ha informado la institución académica en un comunicado.

La investigación, publicada en 'Revista de Psicodidáctica', demuestra que el exceso de alumnos por aula o de tareas de gestión "son factores que reducen la capacidad laboral del docente, y provocan problemas de salud e incrementan el absentismo".

Los resultados revelan que los sentimientos "de culpa" desarrollados por las actitudes y comportamientos "negativos e inadecuados" hacia el trabajo y hacia los alumnos y sus familiares es un "factor clave" en el desarrollo del síndrome y contribuyen al deterioro de la salud del profesorado.

Además, como segunda conclusión, la "sobrecarga de trabajo" de los docentes de Educación Secundaria y la "falta de claridad" en su rol profesional "contribuyen a la aparición del síndrome de quemarse por el trabajo, a la vez que al desarrollo, en algunos casos, de sentimiento de culpa por no poder realizar adecuadamente su trabajo", apunta Gil-Monte.

Según la UV, el estudio, titulado 'El papel de la culpa en la relación entre el síndrome de quemarse por el trabajo y la inclinación al absentismo de profesores de Enseñanza Secundaria', es un "punto de referencia importante" para médicos y terapeutas, puesto que facilita el diagnóstico y el tratamiento de diferentes tipos del síndrome, según sus autores.

"Los niveles elevados de riesgos psicosociales en el trabajo deteriora la contribución de los profesores a la sociedad y a la formación de las generaciones futuras", ha añadido Pedro R. Gil-Monte, también director de la Unidad de Investigación Psicosocial de la Conducta Organizacional (Unipsico) de la Universitat.

La UV ha explicado que el síndrome de quemarse por el trabajo es una respuesta psicológica al estrés laboral crónico de carácter interpersonal y emocional que aparece en los profesionales de las organizaciones de servicios que trabajan en contacto con los clientes o usuarios de la organización.

Esta respuesta se caracteriza por un deterioro cognitivo consistente en la pérdida de ilusión por el trabajo; por un deterioro afectivo caracterizado por agotamiento emocional y físico y por la aparición de actitudes y conductas negativas hacia los usuarios y hacia la organización, en forma de comportamientos indiferentes, fríos, distantes y, en ocasiones, lesivos. En ocasiones, estos síntomas se acompañan de sentimientos de culpa.

Muestra de 120 DOCENTES

Según la investigación, desarrollada con una muestra de 120 docentes de Secundaria —un 68,5% mujeres y un 31,5% hombres,— los resultados indican que los sentimientos de culpa dan lugar a dos perfiles profesionales diferentes.

Por un lado, está el perfil del profesorado para quien las estrategias de afrontar el estrés laboral sin implicarse en el trabajo ni en la atención al estudiantado son eficaces para hacer frente al desgaste psíquico. Y por otro, el segundo perfil, desarrollado por docentes que se sienten culpables por sus actitudes "no adecuadas" para el trabajo que generan un rechazo al mismo y presentan índices de absentismo laboral en varias modalidades y más frecuentemente.

Según el estudio, los docentes del perfil 1 no presentan problemas de salud "de forma frecuente", pero sí que tienen un trato "más distante e indiferente hacia el trabajo y hacia el alumnado". Esta actitud tiene consecuencias negativas en la formación de niños y adolescentes y supone un deterioro de la calidad de servicio.

En el segundo caso, profesionales que mayormente se decantan por el absentismo laboral, se implican más en el trabajo, hecho que les lleva a desarrollar niveles "más altos" de sentimientos de culpa. La persistencia en el tiempo de estos síntomas, según Gil-Monte, "acaba deteriorando la salud de los docentes que los sufren y se acompañan de un distanciamiento hacia el origen del problema".

Las conclusiones de este estudio -que ha contado con el apoyo financiero del Ministerio de Economía y Competitividad (Proyecto Ref.)- se han conseguido con la aplicación del modelo teórico y el instrumento psicométrico (CESQT) desarrollado por el profesor Gil-Monte para estudiar el síndrome de quemarse por el trabajo o 'burnout'.

Hasta la fecha, este instrumento de "alta capacidad de diagnóstico preventivo" se ha validado en varios países europeos (Alemania, Italia, Polonia, Portugal y República Checa) y países latinoamericanos de habla hispana, como es el caso de Argentina, Chile, Colombia o México, además de Brasil.

Los 120 profesionales participantes en el estudio publicado en enero de 2016 pertenecían a dos tipos de institutos: dos centros de tipo A, con más de 24 unidades de enseñanza autorizadas; y tres de tipo B, con entre 12 y 24 unidades. Los IES se seleccionaron aleatoriamente en la provincia de Valencia, y a continuación se mantuvo una entrevista con el equipo directivo de cada centro educativo para explicar el alcance de la investigación.

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