Los testigos que encontraron el cadáver de 'El Sevi' accedieron a la vivienda con una radiografía, o con un plástico de coca-cola según las versiones, extrañados porque llevaba "dos días sin verle", tal y como han relatado hoy ante el tribunal. La mujer de uno asegura vivir "con miedo".

La Audiencia Provincial ha acogido hoy la primera sesión del juicio por el asesinato de 'El Sevis', en el que G.B se enfrenta a 28 años de cárcel y A.V, condenado recientemente por otro asesinato, a 25.

Tras las declaraciones de los acusados, han subido al estrado los testigos que encontraron el cadáver. Las sospechas, tal y como han relatado, nacieron del dueño de la tienda de gominolas, extrañado porque llevaba dos días sin ver al 'Sevis' y éste era de costumbres fijas.

Así se lo transmitió a un cliente de la tienda y, los dos, subieron a la vivienda y usaron para entrar una radiografía de la hija del dueño de la tienda de gominolas, siguiendo la versión del cliente. Era el 31 de octubre de 2012 y el 'Sevis' había sido asesinado el día anterior.

Al abrir, la estancia estaba oscura, solo iluminada por la televisión y el cuerpo del 'Sevis' muerto sobre el sofá y tapado con una manta, tal y como ha relatado el cliente.

Después, uno de los policías ha añadido que había, sobre la mesa, dos latas de coca-cola y colillas en el cenicero. Gotas de sangre llevaban hasta la cocina.

El dueño de la tienda de gominolas llamó a un guardia civil, que vivía en la zona, y al que conocía. Éste ha relatado cómo le reclamó, con la cara desencajada, y diciendo: "Lo han matado, lo han matado".

Si bien el cliente ha dicho que abrieron la puerta con una radiografía, el dueño de la tienda de gominolas ha dicho que fue con un plástico de coca-cola. Y si el primero ha dicho que la estancia estaba oscura, el segundo que estaba prendida la luz del salón.

"Tenía la tele encendida, y como vivía solo pensé que igual se había caído en la bañera", ha justificado el dueño de la tienda de gominolas para explicar por qué accedió a su vivienda. La relación, ha dicho, era estrecha y cenaban juntos.

Ha reconocido que le compraba droga y ha dicho que 'El Sevi' usaba su domicilio como lugar de venta, por lo que había trasiego de compradores en su vivienda.

La mujer del dueño de la tienda de gominolas ha contado que bajaba todas las mañanas a comprar pan y coca cola; como no lo hizo le llamaron al móvil y, al no contestar, se preocuparon. Sobre todo porque tenía la luz echada, y la tele encendida.

Entonces, tomaron la decisión de subir, con otro cliente, y se encontraron el cadáver.

Desde entonces, ha asegurado vivir con miedo, porque un motorista de Telepizza le vigila, le han desinflado las ruedas y le han quitado los tornillos del coche.

Su hijo ha contado que, la noche anterior a morir, "estaba rarísimo, muy callado, no como son los andaluces" y que no quiso ni cenar ni fumar. Pasó después de verle bajar de un coche. "Algo sabía", ha dicho. No obstante, ha reconocido que "no todos los días del año estaba en la tienda".

Y su hija, quien según el cliente facilitó la radiografía para abrir la puerta, ha verificado que intentó llamar al 'Sevi' al móvil, pero le salía el buzón, así que lo habló con su padre, a quien le extrañó que tuviera la luz encendida en casa.

En cuanto a cómo entraron a la casa de 'El Sevi' ha coincidido en que con un plástico de coca-cola.

Después de que encontraran el cadáver, al ver que el movil de 'El Sevis' estaba el línea, le mandó mensajes por WhatsUp y alguien le contestó: "Te has equivocado".