La nueva línea 9 Sud presenta un despliegue de estaciones construídas con materiales avanzados, y que sorprenden por su amplitud. Como se cruzan con otros ramales, algunas se encuentran a 90 metros de profundidad de la superficie.

Tres de estas terminales –Mercabarna, Europa-Fira y Parc Logístic– fueron diseñadas por el estudio Garcés – de Seta – Bonet y construídas junto con TEC-4 Enginyers. Jordi Garcés, uno de los socios del estudio de arquitectos, explica que la idea era «sacar partido de las peculiaridades de la estructura de la estación».

En concreto, puede parecer a primera vista que el vestíbulo esté inacabado, pero en realidad, el hormigón y el acero están al descubierto a propósito. «Más que poner capas de cosas por encima para esconder la estructura, lo hemos dejado todo a la vista. El lugar nos impresionó, y buscamos que la misma excavación se convirtiese en un paisaje», apunta el arquitecto Garcés, que define las estaciones «como un espacio que parece geológico, a pesar de que haya sido construído por el hombre».

Justamente, en la estación Mercabarna, en determinados momentos del día el andén se ilumina con los rayos del sol. Desde el techo, unos agujeros tapados con cristales de gran resistencia permiten el paso de la luz solar. «Estos eren los agujeros provisionales de la obra, empleados para descargar material. Y decidimos dejar el espacio abierto para dotar a la estación de luz natural», añade Jordi Garcés.

Una estación que tiene la firma de un arquitecto estrella es Fira, diseñada por el japonés Toyo Ito, que ya ha dejado su huella en los edificios de la plaza Europa. En el vestíbulo, las paredes de cerámica presentan serigrafías con imágenes históricas de la evolución de la plaza desde 1890 a 2009, como si fuesen gotas de memoria impregnadas en las paredes.

Todos los andenes cuentan con un sistema de compuertas que se abren de manera simultánea como las puertas de los trenes, y evita que haya aglomeraciones en la estación. Este sistema se puso en marcha por primera vez en la estación de Provença de los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya, y ha demostrado ser muy eficaz.

La velocidad media del nuevo tramo es de 37 km/h, más rápida que los 27 km/h de media de las otras líneas. Por eso, los pasajeros han de ser conscientes de que la arrancada del convoy es más fuerte que de costumbre en otras líneas del suburbano.

El nuevo sistema de conducción automática permite adaptar la frecuencia de los convoys, y pasar de los siete minutos habituales a periodos puntuales en los que los coches circularán cada cuatro minutos. Estos aumentos de paso servirán para descomprimir la afluencia que se puede producir en grandes acontecimientos como el próximo Mobile World Congress (MWC), del 22 al 25 de febrero, o cuando haya muchos viajeros que provengan del aeropuerto del Prat, como en días en los que se hace puente o a las puertas de las vacaciones.

Se espera que cuando abran sus puertas la estación del Camp Nou, se eviten las clásicas aglomeraciones que se producen en las de Collblanc, Badal, María Cristina y Les Corts cada vez que juega el F.C. Barcelona. La llegada de la nueva línea levanta diversos elogios por parte de los futuros beneficiarios. Por ejemplo, el presidente de la Fira de Barcelona, Josep Lluís Bonet, califica la apertura como «un avance que nos hace muy felices». «Hemos esperado con paciencia, pero finalmente está aquí», dice.

Además del bautismo de fuego con el Congreso Mundial de Móviles (MWC), en el que se esperan más de 95.000 asistentes, la línea 9 tendrá que hacer frente a las 140.000 personas que visitarán la exposición Alimentaria durante el mes de abril. Los barrios también agradecen que aumenten las comunicaciones con Barcelona y las localidades próximas.

«Pensábamos que nunca llegaría, pero ya lo tenemos aquí», dice Joaquín Cabello, presidente de la Asociación Siglo XXI, del barrio de Gornal, de L’Hospitalet. «Ahora tenemos una parada en el barrio, y ya no hace falta tener que trasladarnos a Santa Eulàlia o a Bellvitge para viajar», agrega.

«Estábamos mal conectados, pero ahora las comunicaciones mejorarán mucho con el nuevo metro», dice Salvador Martín, de la Associació de Veïns La Granja de El Prat. Esta ciudad ya contaba con una estacin de Rodalies, però ahora dispone de tres estaciones de metro en su núcleo urbano: Cèntric, El Prat Estació y Les Moreres. La conexión más grande de El Prat con Barcelona se toma con cautela por parte de los comerciantes, como asegura Gerard Roig, presidente de la Associació de Veïns i Comerciants de Ferran Puig.

Aunque cree que la nueva línea es «sumamente positiva» para la movilidad de los vecinos, apunta que «estamos a la expectativa en cuanto al impacto del comercio».

El miedo, explica, es que los usuarios del Prat prefieran comprar en las grandes superficies de Barcelona, Collblanc o L’Hospitalet en lugar de en los comercios del barrio. Pero, por otra parte, matiza Roig, espera que lleguen al Prat vecinos de las ciudades limítrofes para conocer la playa cercana al aeropuerto, o disfrutar de la gastronomía pratense, como el pollo 'pota blava' o las alcachofas de la zona.

Entrar o salir de las estaciones  Aeroport 1 y Aeroport 2 costará 4,5 € (en Madrid cuesta 3€), y si no se ha comprado el billete antes, se puede adquirir el suplemento en las máquinas expendedoras ubicadas en la salida. El título T-10 no es válido para este tramo, pero sí los abonos T-Mes, T-Jove y T-Trimestre.

El suplemento es levemente más barato que el ticket del AeroBus (5,90€), pero más caro que el billete de Rodalies (2,50€).