El Museo Esteban Vicente inaugura la primera retrospectiva en España del segoviano Alberto Reguera

El artista, uno de los más internacionales de la provincia, expondrá en Londres a finales de año
El artista Alberto Reguera, en el Museo Esteban Vicente
El artista Alberto Reguera, en el Museo Esteban Vicente
EUROPA PRESS
El artista Alberto Reguera, en el Museo Esteban Vicente

El Museo Esteban Vicente de Segovia exhibe hasta el 29 de mayo la muestra 'El Aura de la Pintura. 1990-2005' de Alberto Reguera, la primera retrospectiva individual en España del pintor segoviano, uno de los más internacionales de esta provincia, habitual en salas parisinas y últimamente de Asia.

La exposición abre la temporada de este espacio que lleva el nombre del representante español del expresionismo abstracto americano, que se ha marcado el reto de atender a la realidad artística más cercana, según ha indicado este jueves el presidente del Museo, Francisco Vázquez, durante la presentación de la muestra.

Reguera (1961), quien vivió su infancia a caballo entre Segovia y Palencia y lo hace ahora entre Madrid y París, ha reunido en 'El Aura de la Pintura. 1990-2005' medio centenar de obras que permiten descubrir su evolución artística y su concepción particular de la pintura, que a menudo se desprende del lienzo o se expande para convertirse en objeto y abarcar el aire que lo rodea, idea esta que da sentido al título de la exposición.

De hecho, según ha explicado el autor, quien cuestiona el soporte entendido de la manera tradicional, en su trabajo existe una frontera sutil entre la pintura, la escultura, la fotografía y la instalación artística.

En la exposición se combinan esas vertientes y disciplinas, aunque sin orden cronológico, lo que permite resaltar la intensidad lumínica y la fuerza de la textura de las obras o establecer relaciones entre ellas, bien para generar contrastes y atraer la atención del espectador, bien para crear secuencias que dirijan su mirada.

La producción de Reguera está influida por su admiración hacia pintores como Schneider, Tal-Coat y Olivier Debré, representantes de la abstracción lírica francesa de los años 50, así como por el expresionismo abstracto americano, especialmente la corriente Color Field Painting, y autores como Monet, Turner y Claudio de Lorena.

Aunque es considerada abstracta, la obra del artista segoviano tiene en el paisaje su 'leit motiv' y en sus cuadros son comunes las pistas para intuirlo.

El color azul es también una constante para el autor, quien se basa en Kandinsky para transmitir profundidad e infinitud. A través de tres salas, 'El Aura de la Pintura. 1990-2005'revela cuatro etapas en la trayectoria de Reguera.

La primera, que abarca hasta el año 1997, caracterizada por franjas que se dividen con texturas y elementos contrastados, es una reflexión sobre el paisaje de Castilla.

Sus composiciones de esa época tienen que ver con Mark Rothko, uno de los máximos representantes de la abstracción americana.

Sus viajes,

Cruciales en su obra

En un segundo periodo, entre 1997 y 2005, seducido por los viajes como modo de vida, el modo de pintar del artista quedó condicionado para siempre tras conocer los paisajes de Noruega, lo que le empujó a pinceladas sutiles y menos agresivas, a llenar sus composiciones de neblinas y veladuras, al aquilatamiento del uso de los pigmentos o a reflexionar sobre las anécdotas que había que eliminar.

La etapa entre 2005 y 2007 supuso para el autor un paso a la pintura tridimensional con la conversión del cuadro en objeto a través de la acumulación de capas.

Ello llevaría después, hasta 2013, a la concepción del espacio como un "médium", y no como un mero lugar expositivo, lo que Reguera desarrolla a través de la denominada 'pintura expansiva'; la instalación pictórica, en la que el cuadro se despega del muro para situarse en el suelo, o la fotografía.

Parte de la muestra está precisamente dedicada a la faceta como fotógrafo del artista. Para él, la fotografía es un instrumento previo de creación, un "boceto mental", un reflejo del paisaje externo que reconstruye con su trabajo en paisaje interior.

La sección se completa además con un vídeo en el que Reguera, situado frente a un paisaje, selecciona un instante que le provoca una sensación y lo convierte en pintura en movimiento.

Como complemento a la exposición, se ha incorporado un área de documentación en la que se muestra la colaboración entre el pintor segoviano y el poeta Francisco Pino, así como una selección de cuadernos de viaje del artista con dibujos originales.

Con motivo de la muestra se ha editado además un catálogo que, aparte de reproducir todas las obras presentes en la exposición, incluye un texto del director conservador del Museo Thyssen-Bornemisza, Guillermo Solana.

Junto al 'El Aura de la Pintura. 1990-2005', el Museo exhibe en dos de sus salas obras de Esteban Vicente, escogidas en función del lenguaje común entre ambos artistas.

Próxima exposición

Reguera, quien pretende hacer a través de su obra un homenaje a la Historia del Arte, ha expuesto en distintas ciudades de Europa, Asia y América.

El pasado año, el UMAG Museum de Hong Kong le organizó una retrospectiva titulada 'Blue Expansive Landscape' y a finales de 2016 exhibirá una muestra individual en la Galería Serena Morton de Londres.

Según ha dicho en la presentación de la exposición en Segovia, en la que ha estado acompañado por la directora-conservadora del Esteban Vicente, Ana Doldán, llevar su obra a su ciudad natal supone para él una doble satisfacción, por una parte por exponer en un espacio dedicado a Esteban Vicente, junto a obras del pintor, y por otra por exponer en una capital conocida y admirada universalmente.

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