El Juzgado de Instrucción 3 de Palencia tiene ya en su poner el informe del Instituto de Catálisis y Petroleoquímica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el que se comunica que los peritos han hallado una fuga en la válvula de la instalación general del gas del edificio número 4 de la Calle Gaspar Arroyo.
Se cumplen tres meses de la explosión que sacudió la capital palentina en la madrugada del 1 de mayo; una tragedia que acabó con la vida de nueve personas, ocasionó más de una treintena de heridos y produjo numerosos daños materiales que aún están siendo reparados.
Noventa días en los que los afectados han esperado pacientemente cualquier dato que arrojase luz sobre las causas de la terrible explosión que echó abajo el bloque número 4 de la calle Gaspar Arroyo.
El informe de los expertos del CSIC es el primer paso hacia la resolución de las causas del trágico accidente. Su análisis se ha centrado en la estanqueidad de la válvula que regulaba el acceso de gas natural al bloque.
Las pruebas hechas a este elemento -que fue recogido en las horas siguientes a la explosión- consistieron en introducir la válvula en un recipiente con agua. Previamente, se había conectado a dos tuberías a las que se inyectaba aire a presión y a un manómetro.
La presión habitual a la que se suministra el gas natural en una vivienda es de cuatro atmósferas.
Incrementada la presión hasta 1 atm, la fuga de aire registraba niveles de litros por minutos. A cuatro atmósferas, la cantidad de aire que escapaba por la válvula se disparaba.
Los cálculos de los especialistas del CSIC establecen que si esa fuga hubiese sido de unos 2 litros por minuto a una presión de 4 atmósferas, «al cabo de un día habrán salido 2,88 metros cúbicos de gas, lo que supondría a su vez 86,4 metros cúbicos en 30 días».
Suficiente para ocasionar la explosión.
Aunque los peritos del Instituto de Catálisis y Petroleoquímica dejan claro que la responsabilidad de determinar qué tipo de accidente originó la explosión es de los técnicos en explosiones de gas, sí consideran probable que esa fuga pudo ocasionarla.
En el informe se explica que el gas natural - principalmente, hidrocarburo gaseoso metano (CH4)- "se difunde fácilmente incluso por pequeñas grietas e intersticios del terreno" gracias a su densidad inferior a la del aire.
"Si existen cavidades sin una buena ventilación
No fue una bombona
El análisis de los técnicos también se descarta la posibilidad de que la explosión tuviese su origen en una bombona de butano.
"Se ha evidenciado que las dos bombonas de gas butano recibidas para el análisis no presentaban fuga alguna, por lo que parece lógico que éstas no hayan sido la causa del accidente", detalla el informe.
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