El concesionario no había pagado ni los canones fijos ni los variables alegando que la Fundación no le había pagado varias obras que realizó para poner en marcha el servicio de hostelería y que, según sus cuentas, ascendían a un total similar a lo que él adeudaba a la entidad. El contrato finalizaría el próximo mes de mayo.

En la sentencia se recoge que la Fundación ha de abonar parte de esos gastos que le reclamaba el concesionario "una vez que han sido convenientemente acreditados en sede judicial su realización y oportuno pago a los proveedores", según la entidad.

La Fundación Centro Niemeyer ha manifestado el acatamiento de la sentencia al tiempo que traslada a los usuarios del complejo sus "sinceras disculpas por los inconvenientes y molestias que este hecho haya podido producir en los últimos meses y que, como ahora ha quedado acreditado en sede judicial, se han debido a cuestiones y personas ajenas a su Patronato y a su equipo de gestión".