El PA de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) ha advertido este martes de que la estrategia que el gobierno socialista de Antonio Gutiérrez Limones puso en marcha para que Alcalá se convirtiera en "gran ciudad al alcanzar los 75.000 habitantes "ha fracasado", porque la idea era conseguir 600 nuevos vecinos para llegar a los 75.000 empadronados a 1 de enero de 2015, pero sólo se ha sumado "poco más de 400 vecinos".

Ante esto, "el reto de 75.000 vecinos no se ha alcanzado, sumando tan sólo 74.845" según el Instituto Nacional de Estadística (INE), organismo que dicta la cifra oficial a tener en cuenta para poder iniciar el reconocimiento como Gran Ciudad.

Lo significativo, según el PA, es que lejos de reconocerse el "rotundo fracaso de un plan encabezado por la persona de mayor confianza de Limones en el anterior mandato, cuyo salario supuso casi 50.000 euros a las arcas públicas —en referencia al socialista Demetrio Pérez—, el gobierno haya intentado confundir dando por hecho que Alcalá cumplía los requisitos a sabiendas de que la cifra oficial no decía lo mismo". Para la portavoz andalucista, Lola Aquino "no se puede confundir a los vecinos lanzando campanas al vuelo con datos no oficiales, para encubrir el fracaso del gobierno socialista".

Para los andalucistas, "si entre 2010 y 2014, y en plena crisis de una ciudad industrial y de servicios, sumábamos 600 vecinos de media cada año, no se comprende como pese a un plan especial logremos un crecimiento todavía menor. Esto nos hace calificar de rotundo fracaso esta estrategia política de Limones que no ha dado los frutos esperados".

"Así, por el previsible y normal crecimiento natural de Alcalá de Guadaíra, no será hasta el año que viene cuando, de forma oficial, sumemos 75.000 habitantes, ya que aunque a día de hoy los hemos rebasado, no será hasta final de año cuándo lo certifique el INE y será sólo entonces cuando el Ayuntamiento de Alcalá podrá pedir la solicitud de declaración de Gran Ciudad al Parlamento de Andalucía".

Esto falta de previsión constituye para los Andalucistas "la evidencia de una falta absoluta de organización y un símbolo de la gestión poco seria de Limones, que lleva años centrado en sus intrigas políticas en el PSOE en lugar de preocupado porque Alcalá consiga más recursos económicos y tenga más recursos públicos".