El delegado general de CGT en Renault España, Unai Hernández, considera que el tercer plan industrial planteado por la dirección de la compañía del rombo no es más que un "chantaje" con el fin de marcar y condicionar las nuevas condiciones del próximo convenio colectivo.

"Los trabajadores hemos dado ya todo lo que podíamos dar en los últimos años y no nos queda nada más que ofrecer", ha sentado como premisa Hernández, quien, en declaraciones a Europa Press, entiende que el anuncio, entre otras novedades, de un nuevo vehículo para la factoría de Carrocería Montaje de Valladolid es "un caramelito" sobre la mesa con el único propósito de incrementar la "presión" sobre los sindicatos a fin de que éstos se vean obligados a asumir las demandas de "flexibilidad" realizadas por la dirección.

En este sentido, el responsable de CGT recuerda a la dirección que los planes industriales los ultiman y negocian con Francia los técnicos y expertos en la materia, mientras que los trabajadores se limitan a negociar los convenios colectivos, el último de los cuales aún vigente expira el 31 de diciembre del presente año, "y cuando llegue será el momento de hablarlo".

Destrucción de empleo de calidad

Por ello, Hernández se ha mostrado categórico al precisar que las relaciones laborales entre la plantilla y la empresa las marcan los convenios colectivos, no los planes industriales, máxime cuando estos últimos, suscritos por los sindicatos mayoritarios, "no han hecho otra cosa que desvirtuar precisamente esa negociación y han supuesto una destrucción de empleo de calidad".

De hecho, el sindicalista denuncia que desde el primer plan industrial, en 2010, Renault España ha perdido cerca de 3.000 empleos indefinidos que se han sustituido por mano de obra eventual, con especial incidencia en la factoría de Palencia, donde se alcanza el 60 por ciento de eventualidad, y se ha producido una merma de las condiciones sociolaborales y una pérdida de poder adquisitivo, motivo por el cual Hernández entiende que el nuevo convenio debe marcar el momento de "recuperar todo lo que han quitado a los trabajadores en los últimos años".