Los precios industriales subieron tres décimas el pasado mes de diciembre en Castilla y León respecto al mes anterior, frente a un descenso del 0,7 por ciento en España, y se mantuvieron invariables en tasa interanual, cuando en el resto del país cayeron un 2,2 por ciento, según los datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y recogidos por Europa Press.

Se trata de la cuarta mejor evolución de los precios industriales del país que subieron sólo en Aragón (1,4 por ciento), Aragón (0,4 por ciento) y La Rioja (0,1 por ciento) y se mantuvieron invariables en Castilla y León y Extremadura.

Además, la tasa anual del IPRI aumentó en trece comunidades, con Canarias (2,1 puntos) y Castilla-La Mancha (1,0 puntos) a la cabeza y cuatro décimas más en el caso de la comunidad castellanoleonesa.

El mayor incremento de los precios industriales en diciembre se produjo en la partida de energía (0,7 por ciento), seguida de los bienes intermedios (0,4 por ciento) y de los bienes de consumo (0,3 por ciento) mientras que los bienes de equipo no variaron.

En términos interanuales, subieron los precios de la energía (0,4 por ciento) y los bienes de consumo (0,1 por ciento), sin variaciones en los bienes intermedios y con un descenso de cuatro décimas en los bienes de equipo.

A nivel nacional, la tasa interanual registrada en diciembre de 2015, con la que los precios industriales encadenan 18 meses de descensos, es cuatro décimas superior a la de noviembre (-2,6 por ciento).

La energía elevó casi 1,5 puntos su tasa interanual en diciembre, hasta el -7,9 por ciento, porque el abaratamiento del refino de petróleo fue menor al experimentado un año antes.

Por su parte, los bienes intermedios incrementaron una décima su tasa interanual, hasta el -1,7 por ciento, debido a la estabilidad de los precios de la fabricación de productos químicos básicos, frente al descenso registrado en diciembre de 2014.

En contraste con el alza de la tasa interanual experimentada por estos dos sectores, los bienes de consumo no duradero recortaron dos décimas su variación anual, hasta el 0,7 por ciento, como consecuencia, principalmente, del abaratamiento de los precios de la fabricación de aceites y grasas.