Unas jornadas de debate analizan el proyecto de las Atarazanas y sus posibles "problemas" técnicos o jurídicos

La Asociación para la Defensa del Patrimonio Histórico y Artístico de Andalucía (Adepa) ha programado para la semana que ahora comienza tres jornadas de debate en torno a las Reales Atarazanas, construidas en 1252 bajo el reinado de Alfonso X y declaradas Bien de Interés Cultural (BIC). Las Atarazanas están destinadas a ser remozadas y transformadas en un centro cultural, mediante un proyecto diseñado por el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra con el aval de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de Sevilla.

La Asociación para la Defensa del Patrimonio Histórico y Artístico de Andalucía (Adepa) ha programado para la semana que ahora comienza tres jornadas de debate en torno a las Reales Atarazanas, construidas en 1252 bajo el reinado de Alfonso X y declaradas Bien de Interés Cultural (BIC). Las Atarazanas están destinadas a ser remozadas y transformadas en un centro cultural, mediante un proyecto diseñado por el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra con el aval de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de Sevilla.

Las jornadas arrancan el próximo miércoles con una presentación pública de las mismas, en la Real Academia de Buenas Letras, en la Casa de los Pinelo, toda vez que entre ese día y el jueves se celebrarán cuatro mesas redondas sobre la historia de las Reales Atarazanas, los "problemas" técnicos y jurídicos del nuevo proyecto y el papel del monumento en el "futuro" de la ciudad. Participan en estas mesas redondas desde el prestigioso arquitecto Fernando Amores, hasta el antropólogo José Manuel Núñez, fundador de la Fundación Atarazanas, que ha tachado el proyecto de Vázquez Consuegra de "crimen patrimonial".

También participan José María Cabeza, exconservador de los Reales Alcázares; el arquitecto José García Tapial, el secretario general del Ayuntamiento, Luis Enrique Flores, los abogados Adolfo Arenas e Isabel Egea y miembros de los partidos con representación en el pleno del Ayuntamiento de Sevilla.

El nuevo diseño, que sustituye al pergeñado también por Vázquez Consuegra para la creación de un espacio cultural Caixaforum en el monumento, enclavado en pleno casco histórico de Sevilla, plantea mantener libre de uso el espacio medieval de la planta baja, el sistema estructural de las primitivas atarazanas mudéjares, así como abrir el espacio hacia la calle Dos de Mayo, como una posibilidad más respecto al actual sistema de acceso.

Asimismo, se consagra como sala principal de exposiciones la primera planta del edificio de cabecera, construido como Maestranza de Artillería por Carlos III a finales del siglo XVIII. Por último, este plan rechazado por los colectivos conservacionistas concentra los nuevos usos en la planta alta de las naves, donde "es más viable la intervención arquitectónica y hacia donde el edificio ha crecido en tiempos recientes".

Las atarazanas

La Junta de Andalucía, como es sabido, acordó en 2008 con la Fundación La Caixa la cesión durante 75 años del antiguo recinto de las Reales Atarazanas, de titularidad autonómica y declaradas Bien de Interés Cultural, al objeto de que la entidad bancaria rehabilitase el monumento y crease allí un nuevo espacio cultural Caixaforum. A tal efecto, La Caixa encargó al arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra que diseñase la necesaria propuesta de intervención en el monumento. El proyecto de Vázquez Consuegra implicaba una inversión de 25 millones de euros para la restauración y adaptación del monumento.

Pero finalmente, la Fundación La Caixa decidió en 2012 no materializar en las Reales Atarazanas su proyecto de centro cultural Caixaforum. Tras no prosperar la iniciativa en la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento, que reclamaba para la actuación un plan especial que la Junta de Andalucía creía innecesario pese a figurar en el planeamiento urbano, la entidad bancaria resolvió instalar su centro cultural en el complejo de la torre de 178 metros de altura que, desde hace años, promovía en el sector sur de la Isla de la Cartuja la caja de ahorros Cajasol, fagocitada entonces por Caixabank.

Tras la decisión de la Fundación La Caixa, seguida de un intenso debate público y político, la Junta de Andalucía, la Fundación La Caixa y la Fundación Cajasol, heredera de la antigua caja de ahorros, comenzaron a negociar un nuevo acuerdo marco para el destino este espacio monumental, en unos términos según los cuales el Gobierno andaluz invertiría unos 1,2 millones de euros al año en el monumento y La Caixa destinaría unos diez millones de euros para la rehabilitación y recuperación integral el antiguo astillero, aportando la Fundación Cajasol 200.000 euros anuales, si bien finalmente la participación de la Fundación Cajasol ha quedado fijada en 400.000 euros.

Nuevo proyecto

En junio de 2014, de cualquier modo, La Caixa y la Fundación Cajasol presentaron una nueva solicitud de concesión para el aprovechamiento de este espacio, con una primera fase consistente en la de las obras de reforma, rehabilitación y adaptación del inmueble, que llevará a cabo la Fundación La Caixa; y una segunda fase relativa a la posterior implantación, gestión y explotación como centro cultural, así como el mantenimiento y la conservación del inmueble, que será ejecutado por la Fundación Cajasol. En septiembre de ese año, así, la Consejería de Cultura acordó otorgar a La Caixa la concesión para la rehabilitación y implantación de un centro cultural de divulgación científica, técnica, artística y cultural en el edificio de las Reales Atarazanas de Sevilla.

Ya en diciembre de 2014 fue firmado el convenio definitivo de colaboración entre la Junta y la Fundación Cajasol, para la realización de actividades en el espacio, lo que establecía las bases de una colaboración a fin de desarrollar las actuaciones y objetivos previstos en el plan de explotación, a través de sucesivos programas anuales. En este plan se establecerán y concretarán los futuros compromisos de inversión o gasto para ambas entidades.

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