La presidenta del Govern, Francina Armengol, ha presentado, junto al conseller de Educación, Martí March, el Decreto que regulará la enseñanza de lenguas extranjeras en los centros educativos el cual "se ha desarrollado -según ha dicho- mediante grandes acuerdos y consensos, atendiendo a la diversidad de centros y su tipología".

En una rueda de prensa que ha tenido lugar este jueves en la capilla del Consolat de Mar, Armengol ha precisado que esta nueva normativa se quiere desarrollar "desde el diálogo y el respeto a la comunidad educativa" y por esto ahora "se enviará al Consell Escolar" porque, según ha matizado, "es susceptible de ser mejorado".

Por su parte, March ha aseverado que "el consenso no sólo se buscará al final, sino desde el principio" y que el Decreto "no obliga" ya que es "de carácter voluntario" y "aunque busca la universalización" de la enseñanza en lengua extranjera", pretende llegar a esto "siempre de acuerdo con los centros" y teniendo en cuenta "sus recursos concretos" y su "autonomía".

"no se pueden hacer experimentos"

Respecto al carácter voluntario del Decreto, March ha precisado que podrá habrá centros que no impartan "ninguna asignatura en inglés" ya que si "decide no hacerlo, se debe respetar" porque en educación se necesita "un proceso progresivo" y "no se pueden hacer experimentos".

Según ha expresado, "si al final de los periodos establecidos no se consiguen los objetivos de competencia lingüística, se estudiará qué hacer junto al centro pero -según ha añadido- se debe actuar, no en base a intuiciones sino en base a evidencias concretas".

"No queremos centros desiguales ni de primera ni de tercera, si no centros diversos, aunque sí que trabajaremos para que haya una universalización, pero siempre desde la autonomía de centros", ha hecho hincapié el conseller.

Parten del decreto de mínimos

Desde el Govern han explicitado que esta nueva normativa parte del Decreto de Mínimos y que, además, completa un "ámbito que éste no prevé" ya que, según ha recordados, "no incluye la enseñanza de materias no lingüísticas en lengua extranjera".

"Pretendemos que el Decreto establezca un marco de referencia que dé seguridad jurídica", ha aseverado Armengol al respecto.

Asimismo, la directora general de Formación del Profesorado, Maria Alorda, ha concretado que los docentes que impartan materias no lingüísticas en lengua extranjera deberán tener el nivel B2 o superior para infantil y primaria y el nivel C1 o superior para secundaria y formación profesional, "algo que se había pedido mucho".

Cabe destacar que el decreto se aplicará de manera voluntaria a los centros de educación infantil, primaria, secundaria, formación profesional (FP), bachillerato y régimen especial.

Además, el Proyecto lingüístico de centro (PLC) deberá incluir la organización de las lenguas de enseñanza por lo que, además del catalán y el castellano podrá incorporar la enseñanza de una lengua extranjera.

La enseñanza de la lengua extranjera se podrá hacer de manera parcial o total en un área de infantil, en una signatura en primaria y secundaria y en un módulo de FP.

En otro sentido, Alorda ha resaltado que el profesorado que imparta este tipo de materias deberá estar formado en metodologías de aprendizaje, cosa que "no había ocurrido hasta ahora" y, además, se deberá nombrar un docente coordinador como responsable.

La Conselleria facilitará la obtención de los certificados oficiales de lenguas extranjeras con referencia a los niveles establecidos por el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MERC) al alumnado de secundaria. Para esto, se impulsarán las Escuelas Oficiales de Idiomas (EOIES) en los centros educativos.

"se buscará un centro que se adapte a las necesidades de los padres"

Respecto a la elección de un proyecto lingüístico por parte de los padres, March ha hecho hincapié en que "si un centro no responde a lo que unos padres necesitan, se buscará el centro que mejor se adapte a lo que necesiten y a sus planteamientos".

"Dentro de un aula no puede haber dos o tres líneas -ha remarcado el conseller-, ya que no sería coherente ni lingüísticamente ni social ni pedagógicamente".