El presidente del Consell Consultiu de Baleares, Rafael Perera, ha remitido un escrito ante el juez José Castro en el que asegura que el exjefe del Ejecutivo autonómico Jaume Matas "no invocó ni interesó" por vía de urgencia la elaboración de un informe sobre cómo se estaba tramitando el proceso de adjudicación del hospital de Son Espases, y subraya que en la redacción del dictamen no se produjo "anomalía o queja" alguna.

Mediante su escrito, al que ha tenido acceso Europa Press, Perera responde así al requerimiento de Castro acerca de los trámites que realizó el órgano de consulta, entre los días 4 y 17 de agosto de 2006, antes de emitir su informe sobre la adjudicación del hospital de referencia de las islas, cuyo supuesto amaño está siendo investigado por el magistrado a instancias de la Fiscalía Anticorrupción.

Cabe recordar que la mesa de contratación del hospital recabó la opinión del Consultiu tras filtrarse en prensa que la empresa con mejor puntuación para ganar el concurso era la oferta más cara, representada por OHL. Tras el dictamen de este órgano y el realizado por varios Colegios Profesionales, la construcción del hospital recayó finalmente en manos de la UTE liderada por Dragados, una de las filiales propiedad de Florentino Pérez.

Es más, varios miembros del Consell Consultiu han señalado ante Castro que el informe fue elaborado de forma irregular.

En su requerimiento, el juez preguntaba si en caso de que el entonces presidente del Consultiu Miquel Coll -ya fallecido- no se hubiera arrogado la potestad de valorar y emitir el dictamen -que por turno de reparto habría correspondido a otra persona-, sobre qué consejero hubiera recaído esta labor, en virtud de qué turno, si éste era aleatorio o si dependía de la capacitación de cada consejero respecto a un asunto concreto.

En respuesta a ello, Perera afirma que el reglamento del órgano establece que es al presidente del mismo a quien le corresponde distribuir los asuntos entre los miembros de la entidad "atendiendo a las especialidades de cada uno", y apunta que no prevé sistema alguno de reparto de ponencias entre los consejeros que integran la institución, ni aleatorio ni por asignaciones precedentes.

"Todo ello significa que el presidente del Consultiu goza, por disposición legal, de discrecionalidad en la asignación de ponencias", asevera Perera, quien precisa que "no se trata de una discrecionalidad omnímoda, sino sujeta a unos parámetros muy concretos" que, por tanto, "nada tiene que ver con ningún capricho".

En cuanto al tiempo de dedicación a un asunto, Perera, exabogado de Matas, afirma que para su tramitación hay dos procedimientos distintos, el ordinario y el de urgencia, pese a lo cual, incide, el expresidente del Govern no requirió la urgencia del informe "como podría haberlo hecho".

"De haberse interesado el trámite de urgencia, se hubiesen adoptado las medidas adecuadas para la tramitación del asunto conforme al mismo, como siempre se hace", abunda.

Sobre estos hechos, una integrante del Consultiu, Carmen Fernández, apuntó en su día ante Castro a las anomalías que vio durante la tramitación del procedimiento, como el hecho de que Miquel Coll asumiera la decisión de valorar el proceso de Son Espases cuando por turno de reparto, dijo, esta labor le correspondía a ella.

En su declaración como testigo, aseguró que era la primera vez que esto sucedía en trece años, y recordó por ello que emitió un voto particular ante la falta de transparencia del proceso.

Asimismo, otro de los miembros del órgano que formularon voto discrepante al dictamen que emitió éste sobre el proceso de adjudicación, el catedrático Joan Oliver, manifestó su convicción de que el Govern empleó este organismo como "pantalla para poner humo a algo turbio", aseverando que "no es ilógico pensar que había una voluntad política detrás" personificada en el expresidente Jaume Matas.