El secretario general del Pleno del Ayuntamiento de Córdoba, Valeriano Lavela, afirma en un dictamen que ha emitido este jueves que la alcaldesa, la socialista Isabel Ambrosio, "actuó debida y correctamente" desde el punto de vista legal al suspender la Cabalgata de Reyes del pasado martes para preservar la seguridad de los participantes en la misma y de los cordobeses en general, argumento éste que también emplea el jefe del Departamento de Ferias y Festejos, José Francisco Ortiz.

Ambos informes, recogidos por Europa Press, han sido suscritos por los referidos funcionarios públicos a petición de la edil delegada de Promoción de la Ciudad, Carmen González, para que se determinase si, desde el punto de vista técnico (seguridad) y legal, la decisión de suspender la Cabalgata había sido acertada, coincidiendo ambos informes en que sí lo fue.

En primer término, el secretario del Pleno, en un "informe jurídico con respecto al análisis de la adecuación a la normativa vigente de la orden de suspensión de la cabalgata de Reyes Magos dictada por la Alcaldía Presidencia" del Consistorio, ha determinado que la misma, "al adoptar la medida extraordinaria de suspensión inmediata del desfile actuó debida y correctamente, conforme a la legalidad vigente, en el ejercicio de potestades y en el debido e ineludible cumplimiento de obligaciones regladas, al objeto de garantizar y preservar, en todo momento, la seguridad de todos y cada uno de los ciudadanos cuya presencia estaba prevista durante el desarrollo" de la Cabalgata.

Lavela ha llegado a esta conclusión tras el análisis de "los diversos datos e información" que se le ha facilitado y que también ha podido recabar", resultando "acreditado y comprobado que la Alcaldía Presidencia, una vez conocido el parecer y opinión técnica que constataba la realidad y gravedad de diversos daños estructurales que habían sufrido prácticamente la inmensa mayoría de las carrozas que integraban el desfile", poco antes de iniciar su recorrido, "como consecuencia de la imprevisible" e "intensa lluvia torrencial caída en aquellos precisos momentos".

El resulado, según indica el secretario del Pleno en su dictamen, fue que se vieron "gravemente afectados, tanto los elementos materiales, decorativos y figurativos, como los aparatos y dispositivos eléctricos que formaban parte y se encontraban incorporados a aquellas" y, ante ello, la alcaldesa "ordenó la inmediata suspensión del acto".

Tal decisión la tomó, según estima Lavela, "al objeto de preservar y garantizar, en todo momento, la seguridad ciudadana e integridad física, no solo de las personas que encarnaban las figuras de los reyes magos, pajes y niñas que figuraban como pasajeros, sino también para preservar y garantizar, en todo momento, la seguridad ciudadana e integridad física de las numerosísimas personas que durante el recorrido oficial acudirían a la vía pública para contemplar el paso" de la Cabalgata.

"Por todo ello —concluye— es por lo que el funcionario de habilitación nacional que suscribe el presente dictamen estima y considera que la Alcaldía Presidencia del Ayuntamiento de Córdoba, al adoptar aquella medida extraordinaria de suspensión inmediata del desfile, actuó debida y correctamente, conforme a la legalidad vigente, en el ejercicio de potestades y en el debido e ineludible cumplimiento de obligaciones regladas, al objeto de garantizar y preservar, en todo momento, la seguridad de todos y cada uno de los ciudadanos" que participarían en la Cabalgata o acudirían a verla.

El jefe de festejos

Por su parte, el jefe del Departamento de Ferias y Festejos del Consistorio, José Francisco Ortiz, ha señalado en su informe "sobre lo acontecido en la Cabalgata de Reyes del día 5 de enero" que "la infraestructura municipal donde se hace el montaje de la Cabalgata exige que se empiece con más de una hora de antelación a sacar las carrozas a la calle y ponerlas en orden para la salida". Además, "las maniobras a mano y el posterior enganche de los remolques a su vehículo tractor, exige hacerlo de uno en uno, pues las dimensiones del local no permiten hacerlo de otra forma".

De esta forma, "con las carrozas de los Reyes fuera, que se habían sacado al exterior por la mañana, por ser las más complejas de sacar por sus dimensiones y dificultad para las maniobras, a las 15,45 horas empezamos a sacar el resto de las once carrozas, por su orden en la comitiva" y la última "salía de la nave a las 16,45 horas, 15 minutos después de haber salido la primera para el inicio de la Cabalgata".

En este punto el funcionario y jefe del Departamento de Ferias y Festejos aclara en su informe que "las previsiones de lluvia que teníamos eran para las 19,00 horas. De hecho, empezamos a las 15,45 horas a disponer la comitiva con buen tiempo, sin poder intuir que una hora después íbamos a tener una tromba de agua y un viento tan violento como el que se desató, lo que provocó daños por rotura de figuras e infraestructura en las siguientes carrozas: Mundo Submarino, Las Princesas de Hielo, Rey Gaspar, Al Revés y Rey Baltasar".

Además, "la intensa lluvia había empapado las estructuras de madera donde van subidos unos 280 niños", por lo que se recabó la opinión de la empresa que construye las carrozas, la cual informó "que el tipo de madera con que se construyen las carrozas tiene muy mal comportamiento, una vez mojada, para soportar peso o aguantar el viento", y que en las carrozas, "cuya instalación eléctrica es por generador de corriente, si hay contacto de algunos de los niños con los elementos eléctricos de la carroza, puede haber peligro para éstos".

Por último, según concluye Ortiz en su informe, "si a esto le sumamos que seguía habiendo previsión de lluvia y que estábamos al inicio de un recorrido de casi seis kilómetros y de más de cuatro horas de cabalgata, para debilitar aun más dichas estructuras, es por lo que la opinión que emití entonces y mantengo ahora es que, por seguridad, no se debía continuar con la Cabalgata".