Arranca 2016 con una rebaja del IRPF que dejará 45 millones de euros en el bolsillo de los castellanoleoneses

El año 2016 que hoy empieza arranca con una nueva rebaja del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en Castilla y León que dejará en el bolsillo de los castellanoleoneses cerca de 45 millones de euros con los que se pretende aumentar la capacidad de gasto de los ciudadanos, una medida que se notará principalmente en el caso de las rentas más bajas, como ha asegurado en repetidas ocasiones la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo.
Hacienda, declaración de la renta
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EUROPA PRESS
Hacienda, declaración de la renta

El año 2016 que hoy empieza arranca con una nueva rebaja del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en Castilla y León que dejará en el bolsillo de los castellanoleoneses cerca de 45 millones de euros con los que se pretende aumentar la capacidad de gasto de los ciudadanos, una medida que se notará principalmente en el caso de las rentas más bajas, como ha asegurado en repetidas ocasiones la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo.

En concreto, la Ley de Medidas Tributarias aprobada para 2016 contempla rebajar medio punto hasta alcanzar el 9,5 por ciento la retención del tramo autonómico del IRPF para los primeros 12.450 euros de la base liquidable de "todos" los castellanoleoneses.

Esta modificación del IRPF, que adapta la tarifa autonómica a la estatal, mantiene los cinco tramos en los que se estructuró el pasado año el impuesto, pero con "cambios sustanciales". Así, el primero de ellos —que se mantiene de los 0 a los 12.450 euros- se gravará a partir de este 1 de enero con el 9,5 por ciento, en lugar de con el 10 por ciento vigente hasta la fecha.

La bajada de este impuesto se notará también en el segundo tramo de la tarifa, al que se aplicará un tipo del 12 por ciento, e irá de los 12.450 a los 20.200 euros —17.707 en 2015—, de modo que se eleva este límite superior lo que implica incluir en este 12 por ciento a un mayor número de contribuyentes que hasta ahora pagaban el 14 por ciento por la anterior parte de la base imponible.

Para el tercer tramo se plantea algo similar, de manera que el techo pasa de los 33.007,2 de 2015 a los 35.200 euros establecidos a partir de 2016. Esto supondrá aplicar un tipo del 14 por ciento a la base imponible comprendida entre ambas cantidades, frente al 18,5 por ciento de 2015.

En 2016 tributarán al 18,5 por ciento las rentas de entre 35.200 y 53.407 euros y a partir de esta cantidad en adelante lo pagarán al 21,5 por ciento, un punto menos que en España donde se ha previsto un tipo del 22,5 por ciento para el tramo de rentas superiores a los 60.000 euros.

Para el director general de Tributos, Agustín Manzano, esta nueva rebaja fiscal supone el cumplimiento de un compromiso electoral del PP en su deseo de devolver a los ciudadanos parte de los esfuerzos exigidos a lo largo de la crisis en estos momentos en los que mejora paulatinamente la actividad económica, una decisión que se acumula a la rebaja del IRPF de 2015 cuando ya se rebajó al 10 por ciento la retención del tramo autonómico para los primeros 12.450 euros.

Manzano ha defendido que la rebaja del IRPF beneficiará a todos los contribuyentes de la Comunidad Autónoma si bien ha precisado que la mayor bajada se notará en el caso de las rentas más bajas que se quedarán en ese pago del 9,5 por ciento con una mejora que la Junta calcula en el 5,0 por ciento para esos primeros 12.450 euros, mejora de ahorro inferior a media que aumente la base liquidable.

El director general de Tributos ha insistido en el "importante efecto práctico" que supondrá esta bajada de impuestos vía IRPF ya que al dejar más dinero en el bolsillo de los contribuyentes permitirá estimular la economía, reactivar el consumo y crear más empleo, a lo que ha añadido la parte de "sentimiento de mejoría" que se traslada a la sociedad ante las restricciones de ejercicios anteriores.

Para Manzano, esta inyección para los bolsillos se puede traducir también en una mayor recaudación para las arcas públicas vía esos impuestos que gravan el consumo, por ejemplo.

Manzano ha expresado su satisfacción por la posibilidad de haber rebajado por segundo año consecutivo el tramo autonómico del IRPF y ya recordado a este respecto que "a nadie" le gusta que le suban los impuestos, ni tampoco a los gobernantes ni a los que gestionan las cuentas públicas, por lo que ha insistido en que la modificación a la baja de los tipos en 2016 es un "síntoma de optimismo" y de la capacidad del Gobierno autonómico para devolver parte de los esfuerzos reclamados con anterioridad.

Dicho esto, ha reconocido que como medida tributaria que es la rebaja del IRPF sólo beneficiará a aquellos contribuyentes que pagan impuestos por lo que las rentas más bajas exentas de tributar por la Renta no estarán afectadas por esa temida, si bien ha apelado a "otras medidas" para favorecer a ese colectivo de rentas inferiores a los 12.450 euros.

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Para ello, se ha pasado de los cuatro tramos de tarifa autonómica del IRPF vigentes hasta 2014 a los cinco que entran en vigor en el nuevo año con la inclusión de uno nuevo en la parte inferior de la tabla que abarca hasta los 12.450 euros de la base liquidable, segmento en el que se encuadra algo más de la mitad de los contribuyentes castellanoleoneses (669.099 de los 1.257.025 del total).

Estos contribuyentes con la base liquidable más baja tendrán un ahorro del 16,7 por ciento en el citado tramo autonómico mientras que para el tramo más alto, de 53.407,20 euros en adelante a través del que tributan 28.076 castellanoleoneses, ese ahorro se limitará al 3,1 por ciento.

Por su parte, para los 161.987 contribuyentes con rentas entre 12.450 y 17.707,2 euros el ahorro en el tramo autonómico del IRPF será del 14,2 por ciento; para los 304.557 con bases de entre 17.707,7 hasta 33.007,2 euros la rebaja será del 8 por ciento y para los 93.304 que tributan entre 33.007,2 y 53.407,2 euros la reducción será del 4,8 por ciento.

MEDIDA '

Posible y conveniente'

Según ha argumentado la Junta, con su presidente, Juan Vicente Herrera, en los últimos meses, se trata de una medida "posible y conveniente" con la que se pretende devolver, además, a los ciudadanos parte del esfuerzo que se ha pedido en los últimos años de crisis y con la que se podrán seguir garantizando los "recursos imprescindibles" para prestar los grandes servicios públicos de responsabilidad autonómica con la calidad debida.

Tanto Herrera como Del Olmo han significado el nuevo paso en la tributación del IRPF que refuerza la progresividad del sistema fiscal en Castilla y León en 2015 y favorecerá la recuperación económica generadora de empleo.

Así, respecto a las medidas fiscales de apoyo a la actividad empresarial y fomento del empleo la Junta de Castilla y León continuará aplicando este año las mismas bonificaciones sobre el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas a través de la deducción para el fomento de la I+D+i y del emprendimiento empresarial generador de empleo.

También se mantendrán las actuales ventajas en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones que permiten la reducción del 99 por ciento da la base imponible en las adquisiciones entre familiares hasta el tercer grado, de explotaciones agrarias, empresas familiares, negocios o participaciones en empresas de la Comunidad.

Del mismo modo, en este nuevo año conserva la reducción en dos tercios del tipo general del Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados y se mejora el tipo ya reducido del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales, para dejarlo en el 4 por ciento, que supone una reducción del 50 por ciento sobre el tipo general de este impuesto.

Con estos incrementos de los mínimos personales y familiares y con el mantenimiento del cuadro de deducciones en el IRPF en apoyo a la familia se pretende reforzar la situación de Castilla y León como la Comunidad que ofrece un cuadro de ventajas fiscales más beneficioso para las familias, según el último estudio del Registro de Economistas de Asesores Fiscales.

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