El sector de la magia española está pasando por su mejor momento. Los programas de televisión, los espectáculos en teatros de toda la geografía y los vídeos virales de internet han aupado una tradición de siglos de antigüedad.

Pero si queremos hablar con propiedad de los albores de la prestidigitación tenemos que entrar en el Círculo Mágico de Madrid. Esta asociación (perteneciente a la Sociedad Española de Ilusionismo) sirve como punto de encuentro de magos de todas las edades, experiencias y condiciones.Cuenta con socios tan expecionales como el ganador del último Mundial de Magia , Héctor Mancha, cuyo trofeo se encuentra entre los muros del bastión mágico.

“Nos gusta que llegue a nuestra asociación gente con ganas de aprender, no solo curiosos” comenta Felipe Otero, presidente del Círculo. La magia requiere horas y horas de dedicación, que se plasma en una pequeña prueba para poder ser miembro de pleno derecho de esta gran familia.

Ramón Riobóo es uno de los magos veteranos. Toda una figura de la cartomagia, hace constar que las nuevas tecnologías han cambiado mucho la manera de aprender: “Antes se leía más, ahora se ven más vídeos”, declara, aunque cree que los “verdaderos interesados” siguen aprendiendo a la manera tradicional, con habilidad técnica pero también con psicología, casi tan importante como la destreza. «Para mí es lo más importante», destaca Riobóo, y agrega «lo mejor que puedes hacer cuando ves magia es ir a ilusionarte, no buscar el truco».

Los poderes que tienen los magos van más allá de abrir bocas y arrancar aplausos. Pueden conseguir que un niño sonría y se olvide por un momento de que se encuentra en un hospital.

Este es el reto principal de la Fundación Abracadabra, una asociación que ha celebrado recientemente su décimo aniversario llenando de magia solidaria los centros médicos, las residencias y los espacios de tratamiento de discapacidades psíquicas o físicas.

Jorge Blass, uno de los ilusionistas con más proyección internacional de nuestro país, es el patrono de la fundación, en la que destacan otros magos como Jandro (El Hormiguero) o Juanky, vicepresidente de la asociación.

Este último destaca la importancia de que la magia llegue a los que más lo necesitan: «gracias a la magia les abrimos un mundo de ilusión y hacemos que se olviden de la situación en la que se encuentran». Ahora mismo están inmersos en proyectos que demuestren clínicamente el poder terapéutico de la magia en espacios como la psiquiatría infantil.