El pasado 13 de noviembre Justin Bieber lanzó su nuevo disco, Purpose, después de meses de campañas publicitarias en todo el mundo, y especialmente en Estados Unidos. Semanas antes del lanzamiento, comenzaron a aparecer diversas pintadas con el nombre del disco y del cantante en las calles de ciudades como Nueva York o Los Ángeles.

En una de estas urbes, San Francisco, las autoridades han exigido a las empresas autoras de la campaña del cantante canadiense (Def Jam y Universal Music) que limpien las pintadas que todavía perduran en las calles.

A través de un comunicado a los representantes de Bieber, el fiscal de la ciudad Dennis Herrera alerta de que estos dibujos explotan ilegalmente las calles de San Francisco.

Herrera ha pedido la colaboración de estas empresas para demandar a los responsables directos de los grafitis, cuya sanción administrativa supera los 2.700 dólares por cada pintada más los gastos que corran de la limpieza.