La Unión de Campesinos (UCCL) ha reiterado hoy la necesidad de que sea la Junta la que se haga cargo de las pérdidas sufridas por los ganaderos como consecuencia de los ataques de lobos, al tiempo que ha tachado de "vergonzoso" que una aseguradora haya rechazado renovar la póliza a uno de ellos con la excusa de que su explotación, al norte del Duero, ha sufrido este año numerosos siniestros de este tipo.

Este hecho, a juicio de UCCL, pone de manifiesto que el sistema actual no está funcionando. "Los ganaderos viven indefensos ante una situación insostenible en la que la Administración obliga a los ganaderos a suscribir pólizas de seguro, para cubrir los daños que la fauna salvaje produce en sus explotaciones ganaderas en la zona norte del Duero, pero que ante una mínima indemnización, en este caso, de 200 euros, ya las aseguradoras optan por la no renovación de la póliza".

Por ello, la UCCL insiste en que debe ser la Junta la que se haga cargo de todos los daños producidos por los lobos y demás fauna salvaje, como buitres, osos..., sin necesidad de la contratación de seguro alguno, estableciéndose igualmente un procedimiento abreviado y eficaz para la tramitación de daños por responsabilidad patrimonial de la Administración, como en principio se ha comprometido el nuevo consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones.

El ganadero afectado asegura en mayo de 2015 sufrió dos ataques de lobo que provocaron la muerte de dos potros, hirieron a otros tres que presentaban importantes mordidas en los cuartos traseros y hocico, ocasionando importantes gastos para su cuidado, y además desaparecieron otros dos potros cuyos cadáveres no han aparecido.

Compensación de 200 EUROS

Por estos siniestros, el ganadero tan solo recibió 200 euros de la aseguradora, mientras que los ataques le supusieron una pérdida económica de más de 1.500 euros, más todos los daños que no pueden ser cuantificados económicamente.

UCCL ha transmitido a la Consejería de Agricultura y Ganadería la sensación de abandono de los ganaderos cuando se encuentran con estos hechos y, siendo conscientes de que la convivencia entre ganaderos y fauna salvaje es complicada pero también "necesaria", ve para ello necesario un control de la población del lobo, así como que la Administración Regional ponga en marcha un sistema de ayudas justas, ágiles y eficaces que indemnicen a los ganaderos cuando sufren ataques de esta especie, buitres, osos o demás fauna salvaje, sin necesidad de disponer de un seguro.