Gabriel se va por "necesidades" de la diócesis de Granada

  • "No he hecho nada que se salga de lo normal", alega el párroco.
  • Volverá a oficiar misa en Cenes de la Vega.
El Arzobispado de Granada ha agradecido las muestras de apoyo de los vecinos de Albuñol al hasta ayer párroco de la localidad, Gabriel Castillo, aunque consideró que el traslado del religioso, al que se opone una mayoría del pueblo, "entra en las prácticas habituales de la marcha de una diócesis".

Así lo aseguró hoy un portavoz del Arzobispado granadino, quien añadió que, normalmente, los traslados de párrocos responden a "necesidades" que se plantean en el seno de la diócesis y que han de ser solventadas.

Según la fuente, el traslado de Castillo, como han criticado los vecinos, no ha sido adelantado ni atrasado y el nombramiento de éste fue firmado este mismo mes de julio.

El ya ex párroco de Albuñol, Gabriel Castillo, que ofició ayer por la mañana su última misa ante varios centenares de vecinos que se oponen a su traslado, agradeció las muestras de apoyo y aseguró que no ha hecho "nada que se salga de lo normal, sólo trabajar por el pueblo".

Este joven sacerdote de 28 años, que previsiblemente será destinado por el Arzobispado de Granada a la localidad de Cenes de la Vega, ha conseguido que buena parte del pueblo en el que ha ejercido su labor religiosa se haya movilizado en los últimos días para evitar que fuera destinado a otro municipio.

El cura, que en su última misa en Albuñol estuvo además acompañado por su madre y varios tíos suyos, recordó que él no ha pedido traslado pero que "lo acepta por su voto de obediencia".

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