Todavía no son la primera opción, pero la demanda de bodas civiles crece a buen ritmo. En la última década, Granada ha visto cómo el número de uniones civiles casi se multiplica por dos. Los que eligen una ceremonia religiosa para darse el «sí, quiero» siguen siendo mayoría, pero su número apenas ha variado respecto a 1996.

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2006 -últimos disponibles- 3.179 parejas granadinas se casaron por el rito católico y 1.319 por lo civil. Diez años atrás, en 1996, el número de bodas por la Iglesia fue muy similar al actual, con 3.357 uniones, pero no así las civiles, de las que se registraron sólo 717.

Según el sociólogo experto en temas de familia Diego Becerril, este alza en las bodas civiles podría estar relacionado con la imposibilidad que tienen muchos divorciados de pasar por la vicaría en segundas nupcias, ya que son muy pocos los que obtienen la nulidad eclesiástica. De hecho, entre 1996 y 2005, el número de personas divorciadas que han vuelto ha casarse ha crecido considerablemente; de 279 a 442, según el INE.

Del total de matrimonios, 64 correspondieron a parejas del mismo sexo (49 entre varones y 15 entre mujeres). El año anterior (2005), coincidiendo con la entrada en vigor de la ley que permitía casarse a los gays y lesbianas, hubo tan sólo 13 bodas.

En cuatro comunidades autónomas las ceremonias civiles han superado ya a las bodas tradicionales por la Iglesia y ante el altar; se trata de Madrid, Baleares, Cataluña y Canarias. En la capital de España, por ejemplo, en 2006 hubo 12.900 bodas civiles y 11.899 religiosas. En el total del país se contabilizaron 23.000 parejas más que optaron por casarse «como Dios manda» antes que ante un juez o un concejal. Los matrimonios civiles suponen ya el 44% del total de las uniones que se registran en nuestro país.