El candidato de Unión Progreso y Democracia al Congreso de los Diputados por Murcia, José Antonio Sotomayor Sánchez, ha reclamado un nuevo sistema de financiación autonómica "único, igualitario y transparente" para todas las comunidades.

Sotomayor, que ha hecho estas declaraciones a las puertas de la Consejería de Hacienda y Administraciones Públicas, ha presentado las propuestas electorales de su partido sobre el nuevo sistema de financiación autonómica.

En ese sentido, ha afirmado que "no es sólo una cuestión de prioridad para la Región de Murcia, sino que es preciso para el conjunto de CCAA".

Así, ha defendido que ese nuevo sistema "tiene que asegurar el mantenimiento para los servicios públicos esenciales, como son la sanidad, la educación y las políticas sociales".

Sotomayor ha recordado que UPyD no es favorable a las asimetrías y ha destacado como "fundamental" acabar con los "privilegios" que representan los sistema de financiación foral del País Vasco y Navarra.

Además, ha subrayado que tanto PP, PSOE, como los llamados "partidos nuevos", en alusión a Ciudadanos y Podemos, "quedan en evidencia al decir, por un lado, que buscan la igualdad, mientras están conformes con el mantenimiento de los privilegios forales".

Sotomayor ha recordado el rechazo de UPyD al sistema actual, que se estableció en 2009, y ha expuesto la propuesta de su partido para un nuevo sistema de financiación "único e igualitario para todas las Comunidades, con igualdad de servicios", algo que, advierte, "sólo se conseguiría realmente con la devolución de algunas competencias al Estado, como Sanidad, Educación y Justicia".

En este sentido, ha defendido la apuesta de la formación magenta por un sistema de financiación "autonómico e igualitario, que reserve competencias exclusivas al Estado y que sea fruto de un pacto multilateral en el que, llegado el caso, prevalezcan los intereses generales del Estado por encima de los particulares de una u otra Comunidad".

En ese sentido, ha rechazado "el modelo bilateral, que fue una premisa utilizada en las últimas reformas de Estatutos, ya que en esto siempre ganan los nacionalistas y perdemos los demás". "Es algo que comenzó a emplearse a partir de la reforma del Estatuto catalán, que generalizó un modelo de negociación bilateral de tipo confederal, aceptado por PSOE, IU y PP (que incluyó la cláusula Camps en el Estatuto valenciano, por la que se arrogaba el mismo modelo que se aprobase para el catalán)", indica.

Por ello, tacha de "nefasto" este modelo 'de bis a bis' porque "no asegura la igualdad y la cohesión y es inviable e insostenible desde el punto de vista económico global del Estado".