Tras una singladura desde Almería más larga de lo esperado, el barco del proyecto ‘Navegar España', capitaneado por el periodista del programa ‘España Directo' Quico Taronjí, atracó ayer en el puerto deportivo de Melilla. Sin haber dormido apenas, agotado por el largo viaje y las jornadas de trabajo que tanto él como los dos cámaras que tripulan con él la embarcación desde hace un mes, Taronjí sacó unos minutos para hablar con 20minutos.

Cansados, pero "disfrutando muchísimo de la aventura de ver lo que estamos viendo y conocer a la gente que estamos conociendo". Ese puede ser el resumen de lo que de vuelta a España llevan dada los 'pasajeros' del velero de la televisión pública. Y es que las horas de sueño son pocas para el equipo que encabeza Taronjí, lo mismo que el tiempo para comer, porque, lejos de lo idílico que pueda parecer el viaje, además de rodar el reportaje, al llegar al puerto tienen que editarlo y enviarlo para su emisión al día siguiente. "Lo que estamos haciendo los tres que vamos en el barco y la productora que va por tierra, no tiene nada que ver con 'Vacaciones en el mar", bromea el periodista, que compagina las labores de reportero con las de patrón del velero patrocinado por la Ciudad Autónoma de Melilla.

La costa de Almería, la mejor cuidada

Una de las cosas más curiosas que durante este mes casi de travesía les ha pasado a los tripulantes fue ver en el mar de Alborán a varios delfines y calderones saltando junto a la proa del barco. Entre las costas por las que hasta ahora ha transitado el velero, el reportero destaca la de Almería, por ser la que "mejor cuidada está" y "es la más virgen", ya que, aunque hay lugares bonitos a lo largo de todo el litoral, "hay algunas zonas del Mediterráneo en que se construye de forma salvaje, y eso me duele".

La travesía del proyecto 'Navegar España' tiene un componente especial para el reportero, como es la parada en Melilla, donde se ‘hizo' periodista. Se inició en la mili y pasó a la televisión pública local. "Melilla es como mi segunda casa. Soy de los que viene de fuera a trabajar, se marchan, pero siempre vuelvo una o dos veces al año, lo que denota el amor que siento por Melilla", resalta Taronjí.