La consejera de Igualdad y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, ha informado en comisión parlamentaria sobre el estudio que ha realizado la Junta con recomendaciones para promover una imagen "normalizadora" de las personas con discapacidad. El documento ha sido elaborado por técnicos y expertos de la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales y la Escuela Andaluza de Salud Pública, y ha contado con la participación de la Fundación Pública Andaluza para la Integración Social de Personas con Enfermedad Mental (Faisem) y del Comité de Entidades Representantes de las personas con discapacidad en Andalucía (Cermi-A).

En respuesta a una pregunta formulada por el Grupo Socialista, la representante del Gobierno andaluz ha detallado el contenido del estudio 'Imagen Pública de la Discapacidad', que profundiza en la situación actual, revisa las estrategias y plantea recomendaciones para mejorar la imagen social de la discapacidad.

El documento, según una nota de prensa, se plantea como una herramienta específica destinada a los medios de comunicación, las instituciones públicas y la sociedad civil para facilitarles "una imagen real de las personas con discapacidad, lejos de estereotipos y prejuicios". El objetivo es fomentar una sociedad inclusiva, que permita a las personas con discapacidad desarrollar plenamente sus capacidades en igualdad de oportunidades con el resto de la ciudadanía.

Una de las principales conclusiones del estudio es que se puede y debe mejorar la imagen social de las personas con discapacidad que ofrecen los medios de comunicación. Asimismo, debe fomentarse más el uso de una terminología correcta y que no estigmatice a las personas que sufren algún tipo de discapacidad.

Sánchez Rubio ha destacado en su intervención algunas de las recomendaciones propuestas por los técnicos y expertos para lograr una mayor sensibilización de la sociedad en general. En este sentido, consideran prioritario incidir en los medios de comunicación y en la población juvenil para facilitar la inclusión de las personas con discapacidad en la sociedad, vincular las barreras a la sociedad y no a las personas y aumentar la representación de las mujeres con discapacidad en los medios de comunicación.

El estudio incluye también una vertiente práctica que se concreta en una Unidad Didáctica con nueve actividades, enfocadas hacia los más jóvenes con el fin de influirles de forma positiva en sus actitudes hacia las personas con discapacidad.

Sánchez Rubio ha resaltado que, con acciones como ésta, la consejería da "un paso más" en la inclusión de personas con discapacidad con el fin de promover una imagen normalizada y ajustada a la realidad. Asimismo, ha recordado que esta iniciativa se suma a otras anteriores como la Guía de buenas prácticas sobre las personas con discapacidad para profesionales de los medios de comunicación, que se editó en 2012.