Daban de comer a las chicas sólo una vez al día. En Brasil les prometían un trabajo en España. Una vez aquí, las obligaban a prostituirse en un club de alterne de Humanes, sin permitirles salir del local y subsistiendo con apenas una comida al día, en algunas ocasiones sólo a base de pan y agua.Los dos responsables del club, I.C.R.P, brasileña de 46 años, y A.M.M, español de 55, fueron ayer detenidos por la Guardia Civil por su presunta implicación en esta red de prostitución y esclavitud.
Llamaron por teléfono
Las detenciones fueron posibles gracias a una llamada anónima que denunció las condiciones infrahumanas en las que vivían las chicas.
Las mujeres no podían salir del local y, cuando no estaban trabajando, debían quedarse en la habitación. Su horario ‘laboral’ era de las 16.00 a las 4.00 horas. En varias ocasiones fueron obligadas a trasladarse a un rastrillo de Madrid donde recogían del suelo los restos de frutas y verduras, de los que luego se alimentaban.
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