La madre de un joven inglés de 28 años que estuvo a punto de morir después de consumir cocaína ha publicado una fotografía de su hijo en el hospital para concienciar a la población del riesgo de drogarse.

Carl Ayres era un militar en forma que practicaba deporte de forma habitual. "Estaba lleno de vida", describe su madre. Pero cuatro días despúes de tomar cocaína en la fiesta de Nochevieja de 2014, el joven sufrió un derrame cerebral.

Tal y como relata al medio inglés Daily Mail, Carl estuvo en coma durante cuatro días y los médicos incluso se plantearon desconectarle de la máquina que le mantenía con vida.

Pero sobrevivió. Su madre, con 50 años, tiene asumido que su hijo no va a volver a andar ni a hablar. "Algo así te rompe el corazón. Era un chico muy activo, con su propio negocio... Y ahora le tengo que limpiar el trasero", resume con crudeza.

El equipo médico que le atendió tras sufrir el derrame en el Hospital Frimley Park de Surrey (Reino Unido) comunicó a la familia de Carl Ayres que la cocaína había sido la causa de que el exmilitar sufriera un derrame que ahora le ha dejado en silla de ruedas.

El doctor Yu-Ching Cheng, de la University of Maryland School of Medicine asegura: "La cocaína no solo es adictiva sino que puede desencadenar en discapacidades o incluso muerte por derrame cerebral".