"Nos fijaremos en el yacimiento inagotable de esta tierra, Castilla y León"

  • Es de la añada del 56 y se conserva como un roble.
  • Periodista con más de 20 años a sus espaldas.
  • Ahora lanza Argi, una revista especializada en gastronomía y turismo.
Javier Pérez Andrés, en la redacción de la revista Argi.
Javier Pérez Andrés, en la redacción de la revista Argi.
AGENCIAS
Javier Pérez Andrés, en la redacción de la revista Argi.

¿Quién es Javier Pérez?, además del barbas de la tele...

Un periodista vocacional que lleva ventitantos años contando historias, intentando salir airoso de cualquier género.

Hace prensa, radio, televisión... ahora su propia revista, ¿estará usted forrado?

En absoluto, soy de los que más horas ha echado viajando y que menos euros acumulo, pero no importa. Un periodista se mide en páginas publicadas, no en dinero.

La nueva revista, ¿está hecha a su imagen y semejanza?

Nos gusta contar historias.
Argi nace de un grupo que cree en el oficio del qué, cómo y cuándo. Nos gusta contar historias y nos fijaremos en la geografía y en las personas de este yacimiento inagotable que es Castilla y León.

¿Y por qué Argi?

Buscábamos unas siglas emocionales, yo firmaba en mis inicios con ese seudónimo. Es un título que nos involucra en nada y en todo.

¿Le queda algún lugar por visitar o algún vino por probar?

Vinos quedan muchos, porque cada año hay cosechas nuevas. Lugares todos, porque son diferentes en cada estación del año.

Sabe mucho, o sólo lo parece.

Yo sería incapaz de elaborar un vino o un queso.
Sólo lo parece. Yo sería incapaz de elaborar un vino o un queso. Soy periodista e intento hacerlo todo contando lo que hacen los demás

¿El truco está en saber contar las cosas?

No es el truco, es la obligación. Hay que manejar la técnica y tener el ingenio, la originalidad y la pasión, que es lo que logra que el lector te agradezca el esfuerzo.

Un lugar para perderse, un plato, un vino y un personaje.

Lugar: los ancares con sus casas de teito de paja. El vino: un bufete de la sierra de Salamanca. Un plato: si la tularemia no toca las narices, el cangrejo. Y un personaje: el Empecinado.

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