El presidente de la Sociedad Cooperativa Agropecuaria Acor, Carlos Rico, ha hecho este jueves un llamamiento a la autoridades europeas para que empiecen a defender su sector productivo de las "jugadas económicas" que han llevado a cabo países como Brasil, que ha dado mayor rentabilidad a su azúcar con una devaluación de su moneda, el real, que, según ha lamentado ha hecho "mucho daño" a toda la industria europea que está vendiendo a pérdidas y soportando esas caídas con otras actividades.

"Hay que protegerse de ese cambio de escala de otros países del mundo y ser más ágiles", ha reivindicado Rico, quien, en una entrevista a Europa Press, ha insistido en la necesidad de poner "un filtro europeo" para que los remolacheros y las industrias del viejo continente no reciban en su mejilla los "tortazos" y "trampas" de esos terceros países.

"Es impepinable, tenemos que empezar a asumir esta situación", ha reiterado el presidente de Acor, quien ha lamentado a este respecto que Europa se haya encargado en los últimos años de desproteger a todo el sector productor mientras que en el caso concreto de la remolacha, ha puesto como ejemplo las decisiones del Ministerio y de la Junta para "apoyar y sujetar" este cultivo.

Carlos Rico, que presentará en la Asamblea General de la sociedad general cooperativa de mañana el informe de la campaña 2014-2015 que cerró con pérdidas de 9,96 millones de euros, ha reconocido que, como el resto de las industrias europeas, Acor ha tenido que hacer frente a un año "muy difícil" como consecuencia del bajo precio del azúcar y del reporte de 325.000 toneladas de la campaña anterior, frente a las 200.000 que tuvo que asumir la otra empresa del sector.

"tiene que subir el precio"

"Sí o sí, vamos a tener que pensar en que tiene que subir el precio —del azúcar—", ha reclamado Rico, quien ha advertido ya un cambio de tendencia al alza en las últimas semanas ante la "imposibilidad", ha insistido en reiteradas ocasiones, de que todas las industrias azucareras vendan a pérdidas. "Brasil tampoco lo puede sujetar", ha considerado el presidente de Acor que ha recordado que sólo este año han tenido que cerrar diez fábricas brasileñas.

El presidente de la cooperativa vallisoletana, que ha trasladado todas estas circunstancias a sus socios en las distintas reuniones previas preparatorias a la asamblea de mañana, se ha mostrado convencido de que los socios han "interpretado bien" todos los pormenores y vicisitudes que ha tenido que enfrentar Acor, como la decisión del Consejo Rector de realizar un "sobreesfuerzo económico importantísimo" para mantener y garantizar el cultivo de la remolacha desde el convencimiento de que era necesario aportar seguridad económica a sus 4.937 socios.

"El dinero está en el bolsillo del agricultor y estamos convencidos de que ha sido lo mejor", ha defendido el presidente de la cooperativa vallisoletana, quien ha garantizado una vez más el precio de 42 euros por tonelada hasta 2020, aunque en Francia se ha quedado en los 23,50 euros, por debajo en este casos de los costes de producción que ha situado en los 25,30-25,50 euros.

De cara al futuro, Carlos Rico ha reivindicado inversiones en infraestructuras ante la necesidad de rebajar a medio y largo plazo los costes de riego para hacer competitiva la remolacha y la del resto de los cultivos incluidos en la rotación de la actividad industrial de Acor, como la colza y el trigo fuerza.

Rico ha augurado que los dos peores años para Acor han sido la pasada campaña y la presente convencido de que la liberalización del mercado del azúcar en 2017 permitirá absorber en mejores condiciones los excedentes con el objetivo fabril de llegar a las 180.000 toneladas e, incluso, hasta las 200.000 —en estos momentos tiene un cupo de 120.000—.

Finalmente, ha descartado presentar ahora a los socios nuevos proyectos alternativos en los que la cooperativa siempre trabaja, ha recordado, desde el convencimiento de que lo más importante en estos momentos es lograr estabilizar el sector del azúcar y asentar el futuro.