El Ayuntamiento de Valladolid ha sido condenado a pagar 113.946 euros, más 7.000 euros por intereses, a una familia de la calle Canterac que sufrió durante ocho años los ruidos de un bar.

La sentencia del Tribunal Supremo, que confirma una anterior del Tribunal Superior de Justicia del 24 de marzo de 2006 , asegura que el consistorio no actuó de forma eficaz pese a las denuncias de contaminación acústica, según publica hoy El Norte de Castilla.

La familia vivía encima de un pub ya desaparecido en el 27 de la calle Canterac. Soportaban mucho ruido, sobre todo los fines de semana y por las noches.

Los magistrados estimaron que el Ayuntamiento actuó "con falta de eficacia y lentitud" en sus competencias de control del ruido.

La familia soportó durante más de ocho años noches sin dormir, lo que ocasionó a sus miembros serios problemas psicológicos que fueron en aumento. Entre otros, graves secuelas de trastornos neuróticos y paranoicos, depresión, estrés, ansiedad y angustia.

Los ruidos se produjeron durante los años noventa, aunque la familia no puso la demanda judicial hasta abril de 2002.

El local sólo disponía de autorización para servir bebidas pero no para poner música y no cumplía las medidas de aislamiento acústico exigidas.