Freud y C.S. Lewis dan una divertida lección de "diálogo" sobre "las cosas que importan" en el Principal

Helio Pedregal invita a los líderes políticos a un "pase privado" de la obra para aprender a "debatir con respeto y sin destruir al otro"
Ignacio Amestoy, Tazmin Townsend y Helio Pedregal en el Teatro Principal.
Ignacio Amestoy, Tazmin Townsend y Helio Pedregal en el Teatro Principal.
EUROPA PRESS
Ignacio Amestoy, Tazmin Townsend y Helio Pedregal en el Teatro Principal.

El Teatro Principal de Valencia será, del 26 al 29 de noviembre, el escenario de 'La sesión final de Freud', un divertido duelo verbal que quizá nunca se produjo, entre un anciano Sigmund Freud, a las puertas de la muerte, y un joven Clive Staples Lewis, antes de ser conocido. Dos puntos de vista antagónicos pero llenos de humanidad que ofrecen una verdadera lección de "diálogo" e invitan al espectador a "un viaje maravilloso por las cosas que importan".

Así lo ha destacado uno de los dos protagonistas, Helio Pedregal (Freud), durante la presentación del montaje junto a su directora, Tazmin Townsend, y el director la productora teatral de la Universidad Internacional de La Rioja UNIR Teatro, Ignacio Amestoy. El actor Eleazar Ortiz inpterpreta el papel de C.S. Lewis en este texto de Mark St. Germain.

La historia se remonta a la Inglaterra de 1939, un día antes de que ésta declarara la guerra a Hitler. En esa jornada crucial para Occidente, Freud, el padre del psicoanálisis, con 83 años y C.S. Lewis, prometedor catedrático de la Universidad de Oxford reconocido por obras como 'Las crónicas de Narnia', tienen una larga charla en la consulta del primero en la que "hablan del sentido de la vida, de la muerte, del sexo, de la religión, de Dios..., siempre con sentido del humor".

Para Pedregal, "el teatro tiene que ser útil porque si no sirve para bien poco" y 'La sesión final de Freud' hace una "referencia directa y desnuda a la realidad de los espectadores más cercanos" que extrapola el Londres de 1939 al París del 14 de noviembre de 2015.

De hecho, en la función que representó en Bilbao tras los atentados de París, ha confesado que vio "muy comprometida" su concentración al darse cuenta de que "las preguntas que se habían hecho a lo largo de la tragedia estaban planteadas en el texto". Este es el tipo de teatro es "el que más se necesita", ha subrayado.

El actor ha aprovechado para invitar a los líderes políticos de los principales partidos como son Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Albert Rivera, Pablo Iglesias o Alberto Garzón a "un pase privado donde y cuando quieran" porque según ha dicho, "el debate entre Freud y C.S. Lewis es entre dos personas que saben muy bien de qué están hablando y por tanto, ninguno de ellos tiene la necesidad de destruir al otro".

Por el contrario, ha lamentado, "el debate que se está escuchando en campaña electoral es un auténtico bochorno, no invita a anular al que no viste nuestra camisa. Necesitan ponerse al día", dado que "sospechamos que si van a pegarse tortazos es porque no saben bien de qué están hablando", ha criticado.

'La sesión final de Freud' demuestra "la posibilidad de debatir como seres humanos con profundo respeto e interés por mejorar la vida de las personas", ha insistido. Para ello, ha agregado, se utiliza el humor como "arma" y como "defensa". "Nadie puede subsistir sin él en el terror que nos paraliza", ha argumentado.

Nadie sabe si realmente Freud y Lewis llegaron a encontrarse realmente. Lo que sí es cierto es que en la agenda de Freud había una nota que apuntaba que ese día esperaba la visita de un joven profesor de Oxford. "La duda queda pero ocurriera en realidad o no somos afortunados de que aunque sea de forma dramatúrgica, C.S. Lewis y Freud se hayan encontrado", ha celebrado el intérprete.

En la misma línea, el director de UNIR Teatro, Ignacio Amestoy, ha resaltado que "estando en este momento como estamos, dicen que a las puertas de la III Guerra Mundial, viene muy bien una reflexión sobre el ser humano" como ésta.

Amestoy ha destacado que se trata de una "joya de la literatura del siglo XXI" que sabe combinar el "humor corrosivo de Freud con el humor inglés de C.S. Lewis".

UNA 'DELICATESSEN'

Para pensar

'La sesión final de Freud' es toda una "delicatessen, cercana, conmovedora, preciosa y llena de perlas, de frases que hacen pensar por su profundidad", ha destacado su directora Tazmin Townsend. "Coge dos personajes que no podrían estar más en desacuerdo en las cosas grandes de la vida pero cercanos en su humanidad" y los pone sobre el mismo escenario en una función "ágil, con mucha acción en la que la gente ríe mucho", ha garantizado.

La creadora ha animado fundamentalmente a la gente joven a acudir al Principal para "pensar" y adquirir una amplia "visión cultural" a través de este duelo teatral que envía un mensaje subido a "una montaña rusa de emociones".

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