En el que fue "uno de los días más felices" de su vida, el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Melilla y propietario del restaurante ´Los Salazones´ , Francisco Benítez, recibió ayer de manos del ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera , la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, que le fue concedida por el Consejo de Ministros el pasado 1 de diciembre, como reconocimiento a más de cinco décadas de trabajo en el mundo de la hostelería.

Benítez señaló, tras recibir la condecoración, que quería compartirla, "como me enseñaron desde muy pequeño", con su tierra, sus trabajadores de ahora y los que ya no están con él y con su familia. Emocionado y con un nudo en la garganta, Benítez nombró a sus padres, "que fueron mis maestros", sus hijos, "un fuerte apoyo en los momentos duros", y su mujer, Pepi, que "desde los 14 años ha sido mi compañera infatigable, apoyándome en este trabajo de la hostelería, duro pero bonito". La medalla, dijo, "es más suya que mía".

Benítez aseguró que, para él, la palabra trabajo ha sido un deber, a la vez que una ilusión por hacer bien las cosas para que que sus clientes disfruten y él con ellos. "Siempre he procurado que el que entrase a los restaurantes de ´Los Salazones´ estuviera como en su casa. Que sean bien atendidos es la mayor satisfacción que me he podido llevar".

Caldera, congratulado

Por su parte, el ministro de Trabajo afirmó que se sentía "especialmente congratulado" de haber reconocido la "meritoria" labor que ha llevado a cabo en su vida profesional, con "voluntad singular", Francisco Benítez, del que dijo que es un "ejemplo en el que todos debemos mirarnos".

Aseguró que su Ministerio, al que muchos denominan como de las personas, según dijo, "rinde hoy homenaje a una persona que trabaja por los ciudadanos y que conociendo de la existencia de los riesgos, tuvo el valor de alinearse con ellos para no renunciar a la esperanza ni a enseñarnos el camino de la esperanza colectiva a los demás".

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