La consejera de Sanidad, María Luisa Real, ha afirmado, en la inauguración de la Conferencia Internacional sobre 'Derechos Reproductivos, nuevas tecnologías reproductivas y mercado europeo de fertilidad', que un "principio clave" que debería prevalecer es que "el progreso científico se realice de forma inclusiva, beneficiando a todos y evitando discriminaciones".

En el acto, celebrado en la Universidad de Cantabria y que ha compartido con el rector, José Carlos Gómez Sal, ha señalado que esta Conferencia Internacional es un espacio de reflexión e intercambio de conocimientos desde una perspectiva internacional "sobre un ámbito asistencial tan dinámico" como son los tratamientos con Técnicas de Reproducción Humana Asistida (TRA), "afectados por constantes e impresionantes avances biocientíficos" y también por "importantes connotaciones del mercado internacional".

La titular de Sanidad ha manifestado su satisfacción por el hecho de que este evento se desarrolle en Santander "en un momento tan oportuno" para la ciudadanía española y, "en particular", para la de Cantabria, dado que "estamos en plena promoción de recuperación de derechos que habían sido restringidos en el acceso y cobertura por la sanidad pública", ha dicho.

Esta es también una etapa, ha explicado, en la que se está produciendo una "reflexión política y social sobre la forma de tutelar por la Administración los derechos reproductivos con Técnicas de Reproducción Humana Asistida".

En su intervención, Real ha explicado que el Gobierno de Cantabria está promoviendo en la actualidad una "reforma legal" que incorpora en la Ley de Ordenación Sanitaria de Cantabria "la garantía en tales tratamientos, por parte de la sanidad pública, de una atención sanitaria sin discriminaciones por razón de sexo u orientación sexual ni del estado civil".

La consejera ha sido crítica con las reformas promovidas en los últimos años por el Gobierno de España "con la excusa de tomar medidas que hiciesen sostenible el Sistema Nacional de Salud", ha dicho, pero que "comprometieron o limitaron" la atención sanitaria de diversos colectivos y personas, tanto extranjeras como nacionales o discriminadas por razones de orientación sexual. "Creemos que el derecho a la protección de la salud no debe admitir discriminaciones", ha afirmado.

Y en el caso concreto de la infertilidad, "en su consideración y tratamiento como enfermedad que es", ha señalado que debe ampliarse conceptualmente más allá de la tradicional, y casi exclusiva, consideración de que es la dificultad de procrear en una pareja heterosexual. "Precisa de una visión más avanzada, basada en la dignidad de las personas y en la diversidad de los modelos de familia".

"La atención sanitaria tiene que incorporar la perspectiva de género", ha concluido, tras lo cual ha animado a los participantes y asistentes a la Conferencia a debatir sobre estas y otras muchas "cuestiones de notable interés" que conlleva el desarrollo científico en tecnologías reproductivas.