ELE, como la llaman sus amigos, como empieza uno de los adjetivos que mejor definen su voz, su música y su manera de acercarse al piano: elegante. Elena Iturrieta (Madrid, 1984) abrió siendo niña un regalo que marcaría el resto de sus días: "Un piano que me compraron mis padres a los siete años". Después llegó el conservatorio pero la clásica no terminaba de entusiasmarle y además "estudiaba poco".

Aunque se graduó en Magisterio, siempre ha vivido rodeada de música. Tras la carrera volvió al piano en la Escuela de Música Creativa de Madrid y, superada la vergüenza, empezó a cantar. Y así hasta que terminó topándose con gente que creía en ella hasta la pesadez. "Y lo tuyo, ¿cuándo sale?", insistían.

Animada por su familia, su novio y por Pablo Cebrián –su productor–, ELE se atrevió por fin a grabar un personalísimo primer disco publicado en el otoño de 2014 bajo el título de Summer Rain (Arcadia). Un tesoro musical de once joyas en inglés que ponen banda sonora a los episodios vitales de esta compositora, pianista y cantante a quien se le están acumulando los reconocimientos, tras dejar boquiabierta a buena parte de la escena musical española.

Un sonido delicado, íntimo, optimista y envolvente espera a quien se dé el lujo de sentarse a escuchar su debut. La revista Rolling Stone se refirió a ella como "la esperanza española del soul" antes de que tocara en la madrileña plaza de toros de las Ventas, una noche "preciosa y emotiva", recuerda.

Después se convirtió en el Talento Fnac 2015. En primavera la seleccionaron para actuar y representar a España en el festival más grande del mundo, el South by Southwest en Austin, Texas. También este año ha sido la primera española elegida como cantante oficial de la Final Four, la final de las finales de la Euroliga de baloncesto. ELE también ha participado en el doblaje al castellano de Frozen, el fenómeno Disney donde da voz a uno de los trolls.

Pero ella no piensa en dejar todo por la música e insiste en no tener grandes pretensiones. "Yo hice este disco para que mis padres lo escucharan en el coche", ríe. "Quiero que la música siga siendo algo a lo que yo vuelvo, no mi medio de vida o mio profesión. La gente estropea mucho sus pasiones haciéndolas muy pasionales".

Profesora de inglés en primaria de lunes a viernes, libre y alejada de las presiones de una industria que no le obsesiona, ELE ha grabado "el disco que he querido" inspirada por su gente y para su gente y pagado con todos sus ahorros. "Era poco dinero, pero era lo que había. Por eso y porque tanto el productor como yo tenemos poco tiempo libre, hemos tardado dos años en grabar el disco", que se ha cocinado a fuego lento, como los mejores platos.

Ante los éxitos y buenos presagios se muestra prudente: "Todo es muy caduco, hoy me hacen Talento Fnac y mañana no me conoce nadie y no me hacen talento de nada. Esto es la vida", reflexiona con una madurez que impacta cuando le preguntas por los sueños. "Yo no soy de sueños, soy de realidades, sueños para mí son ilusiones", afirma rotunda. Una de sus mayores "ilusiones" sería tocar en el Royal Albert Hall de Londres, uno de los teatros más emblemáticos del mundo. "Si algún día tengo el dinero lo alquilaría para dar un concierto allí".

La frescura de las lluvias en verano, eso es este disco. Summer Rain supone una apuesta por la cara más alternativa del rhythm and blues contemporáneo. Gospel Factory, el coro de góspel que acompaña a ELE en buena parte del disco, destaca en temas como Positivity y A Thousand Miles Away From You. "Llevo diez años tocando con ellos, ya son amigos míos y los quería en el disco". Soul, folk, jazz y pop juegan a mezclarse en este proyecto que rescata géneros atemporales.

Su primer álbum de estudio es también un paseo por todas las voces que han acompañado a Elena a lo largo de su vida. Artistas a quienes admira y de los que se nutre como Norah Jones, Amos Lee, Dylan, Coldplay, Bruce Springsteen, Leonard Cohen..."Escucho cosas muy distintas, todo lo que cae en mis manos, es bueno y me gusta, no estoy cerrada a estilos".

"En este disco hay muchas cosas diferentes, porque habla de cómo me siento y cómo se sienten quienes están a mi alrededor. Cada día te levantas de una manera, cada mes pasas por una etapa, y esos estados de ánimo se muestran en los distintos temas". Las etiquetas no le gustan en general, tampoco para definir lo que ella hace, sin embargo detalla que eso que algunos llaman "folk de habitación" para describir su proyecto, no es más que "esa intimidad que busco con el que escucha".

Tras girar este verano afirma que este álbum "aún no está terminado, le queda mucha vida antes de que salga el siguiente". ¿Pero habrá un segundo disco? "Sí, yo ya estoy componiendo". Hoy, en la recámara de ELE, esperan pacientes un bolero y una copla. "Tal vez en el siguiente...", afirma misteriosa. ¡Ah! y sí, está en Spotify, claro, pero si tu melomanía va en vena te puedes comprar su disco aquí.