Villafranca está conmocionada. El cura del pueblo, Tomás Pérez, fue hallado ayer muerto en su casa. Su cadáver presentaba signos de violencia. Según los testigos, estaba en la cama, con un golpe en la cabeza y sobre un charco de sangre. La Guardia Civil descartó el móvil del robo, ya que la casa no estaba desordenada.

El cuerpo fue encontrado a las 10.30 h en su casa de la calle Alcolea por un vecino que le ayudaba en las tareas domésticas por su edad (75 años). Sobre las 14.30 h se procedió a levantar el cadáver para practicarle la autopsia.

Detenido en Madrid

Sobre las 20 h, miembros del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron en la estación de autobuses de la capital a T.V., el ciudadano rumano que se encargaba del mantenimiento de la finca que el párroco posee a las afueras del municipio. La Guardia Civil no descarta nuevas detenciones.

Al parecer, Tomás Pérez fue golpeado con un radiador. El párroco era muy querido en el pueblo, aunque no le faltaban detractores por sus actividades fuera de la parroquia, como la explotación de una finca de su propiedad para banquetes de bodas. El Ayuntamiento ha decretado dos días de luto. Más información, en www.20minutos.es/cordoba.

Historia viva del pueblo

D. Tomás Pérez Escudero. El cura que no se perdía un banquete

Bautizó, ofició la primera comunión y casó a todo un pueblo. Los villafranqueños desde hace más de 30 años no han conocido a otro párroco que a don Tomás. No era un cura al uso. Lo mismo presentaba los carnavales del pueblo que acudía a la televisión local para hablar de su vida. Creó una gran residencia de descanso, la Huerta de la Azuda, pensada para el retiro de los párrocos. Ahora ya no podrá disfrutarla. Solía presentarse en los banquetes sin previa invitación, aunque en todos era bien recibido y querido.