Víctima de tráfico de seres humanos en México: "Me han violado 43.200 veces"

  • Karla Jacinto fue captada a los 12 años por las redes de tráfico de seres humanos en México.
  • Durante cuatro años fue forzada a prostituirse con alrededor de 30 hombres de manera diaria.
  • Con 15 años tuvo una hija fruto de los abusos de un proxeneta que posteriormente la matendría bajo su control mediante la amenaza de matar a su bebé.
  • Liberada en 2008, Karla se ha convertido ahora en una destacada activista contra el tráfico de personas.
Karla Jacinto, activista contra el tráfico de seres humanos.
Karla Jacinto, activista contra el tráfico de seres humanos.
CNN
Karla Jacinto, activista contra el tráfico de seres humanos.

"Me han violado 43.200 veces", cuenta Karla Jacinto, víctima del tráfico de seres humanos en México. A los 12 años Karla cayó en manos de las redes de la trata y durante cuatro años la forzaron a mantener relaciones sexuales con unos 30 hombres de manera diaria.

Según ha contado en una entrevista concedida a la cadena de noticias CNN, un traficante de personas la engañó para que se subiera a su coche. Para ello utilizó a un niño que le ofreció golosinas y le condujo hasta el hombre que se las había dado. El hombre se ganó su confianza y Karla le confesó que en su familia habían abusado de ella sexual y emocionalmente desde los cinco años.

El traficante, de 22 años, contactó con ella varias semanas después y la convenció para que se fugaran juntos. Karla compartió tres meses con él -en los que asegura que el trato fue muy bueno por su parte- hasta que la llevaron a Guadalajara, dónde la obligaron a prostituirse. Ese fue el inicio de cuatro años de infierno.

"Empezaba a las 10 de la mañana y terminaba a medianoche", relata durante la entrevista. Después de Guadalajara fue llevada a otras ciudades, donde la obligaban a prostituirse en hoteles de carretera, burdeles, casas, o incluso en la calle.

La Policía nunca ayudo a esta chica ni a sus compañeras. En una ocasión las fuerzas del orden irrumpieron en el local dónde estaban siendo forzadas a prostituirse y, en lugar de rescatarlas, las obligaron a las jóvenes a dejarse filmar desnudas. "Algunas tenían solo 10 años", narra Karla.

Con 15 años tuvo una hija fruto de los abusos sexuales de un proxeneta. Un mes después del parto el padre se llevó a su hija y no le permitió verla hasta que no cumpliese un año. El chulo mantenía a Karlo bajo su control mediante la amenaza de matar a su bebé si no cumplía todos sus deseos.

De víctima a activista

Después de años de abusos y agresiones, Karla Jacinto fue rescatada finalmente en 2008 en una operación contra el tráfico de personas en México. Tenía 16 años. Ahora, con 23, se ha convertido en una activista contra el tráfico de personas -pertenece a la Fundación Camino a casa- para que historias como la suya no puedan repetirse.

Su mensaje contra el creciente problema de la trata de personas ha llegado ya a personas como el Papa Francisco e instituciones como el Congreso de los Estados Unidos.  "No se limiten a escucharse, aprendan de lo que me ha pasado y quítense la venda de los ojos", sentencia.

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