El vicepresidente de la Junta y consejero de Presidencia y Administración Local, Manuel Jiménez Barrios, ha considerado este jueves que la sentencia sobre el caso de la adjudicación de la mina de Aznalcóllar (Sevilla) debería servir para marcar "un antes y un después" en la actitud de ciertos dirigentes políticos de la oposición que en su momento se tiraron "a degüello" con el fin de hacer daño al Ejecutivo autonómico.

En declaraciones a los periodistas en Sevilla, ha insistido en que "ya está bien" y en que debería haber "un antes y un después" tras lo ocurrido con la sentencia de Aznalcóllar.

En su opinión, algunos dirigentes políticos de la oposición deberían reflexionar sobre "el daño" que declaraciones que han vertido ha producido "a funcionarios públicos, a personas, y a un sector tan importante como el de la minería en Andalucía".

Jiménez Barrios ha lamentado que esos responsables políticos ahora ni siquiera hayan reconocido "que se tiraron a degüello y sin analizar que estábamos ante una situación perfectamente legal y correcta".

A su juicio, sería "un bonito ejercicio de pedagogía política que los responsables públicos que se tiraron a degüello, sabiendo que no había nada más que legalidad y corrección, hicieran ahora un ejercicio de pedir disculpas a los funcionarios que han sido vilipendiados".

Para Jiménez Barrios, "basta ya de seguir utilizando este tipo de asuntos como un arma arrojadiza contra el adversario porque ello solo hace daño a nuestra comunidad y al buen hacer de los funcionarios públicos".