Encuentran muerto en su casa al párroco de Villafranca de Córdoba

  • El cadáver presentaba evidentes signos de violencia
  • La Guardia Civil investiga el suceso y aún no hay detenidos

El cuerpo sin vida del párroco de la localidad de Villafranca de Córdoba apareció hoy en su domicilio del municipio con evidentes signos de violencia, según dijeron a Efe fuentes de la investigación.

Fue un amigo del párroco que acudió a su casa de la calle Alcolea, el primero que encontró el cadaver del cura, llamado Tomás Pérez y que contaba con  75 años de edad. Este vecino, vinculado a la iglesia, iba cada mañana al domicilio del fallecido para ayudarle en las labores del hogar debido a la avanzada edad del párroco.

Aunque no precisaron las circunstancias en las que fue hallado el cuerpo, la Guardia Civil concreta que aún no se ha detenido a nadie por este asunto y que, en principio, no se descarta ningún móvil. En estos momentos se investigan los hechos y los agentes mantienen la vivienda precintada.

Por su parte, uno de los vecinos de la calle, José Ayllón, manifestó a Efe que el fallecido celebró anoche mismo una misa en la parroquia de Santa Marina de Aguas Santas de la localidad, ya que el sacerdote se encargaba de las cuatro iglesias del municipio.

El alcalde de Villafranca de Córdoba, Francisco Javier López, lamentó la muerte del párroco, una persona que calificó como "pieza fundamental" para la localidad por su "estrecha colaboración con las instituciones y con los vecinos". López explicó que el pueblo "está consternado" por la noticia, si bien indicó que "no hay miedo" entre los habitantes de un pueblo "de tan sólo 4.000 habitantes y muy tranquilo".

De momento, el alcalde no ha precisado si se decretará algún día de luto oficial en el municipio por el fallecimiento del sacerdote, que llevaba más de 32 años trabajando en las parroquias de este municipio cordobés.

El Obispado de Córdoba lamentó hoy el fallecimiento del sacerdote. Fuentes de la institución eclesiástica indicaron a Efe que la noticia de su muerte "llena de tristeza a toda la Diócesis", que está pasando por unos momentos "muy dolorosos". Desde el Obispado recalcaron que han conocido la noticia de la muerte del sacerdote por los medios de comunicación y que, de momento, no han sido informados de las circunstancias de la muerte.

Investigación policial

La Guardia Civil intenta localizar a aquellas personas que en los últimos días han tenido alguna relación con el párroco.Fuentes de la investigación indican que, aunque aún no se ha detenido a nadie por estos hechos, los primeros indicios apuntan a que el móvil del homicidio no estaría relacionado con un robo, ya que la vivienda no parecía desordenada.

Señalaron además que, a la espera de lo que confirme la autopsia, la víctima no presentaba heridas de arma blanca y la causa de la muerte podría ser un traumatismo craneoencefálico provocado con un objeto contundente, posiblemente un radiador.

Por otra parte, el hermano mayor de la Cofradía de San Isidro de Villafranca y amigo personal del fallecido, Francisco Torres Vázquez, aseguró a los periodistas que el párroco tenía acogido en su casa a un ciudadano extranjero al que "ayer se le vio por el pueblo pero hoy no se sabe dónde está".

Francisco Torres también indicó que el párroco, que iba a jubilarse este año, "recogía a mucha gente en su casa, sobre todo inmigrantes y gente de fuera que llegaban al pueblo y necesitaban comer", a los que ofrecía "ayuda y socorro", aunque lamentó que "era muy confiado con todos y a los que acogía les daba siempre las llaves de su casa".

Además, explicó a los periodistas que "siempre ha colaborado mucho" con la Hermandad y que era "un hombre muy bueno y muy querido" por todos los vecinos de la localidad.

Relató que el párroco ayer celebró misa a las 11.00 y a las 20.30 horas, y que también fue visto dando un paseo por el pueblo y que almorzó con el coro de Santa Marina.

Recordó que el sacerdote, que el año pasado fue nombrado hijo predilecto del municipio, era propietario de la "Finca la Azúa", en la que "habían intentado robar antes".

Por su parte, una vecina del fallecido, Isabel Sánchez, indicó que "no nos esperábamos lo que ha pasado" ya que "era una persona muy querida en el pueblo" porque "ha hecho muchas cosas por Villafranca".

Asimismo, señaló también que el párroco "acogía a gente necesitada en su casa a la que ayudaba y socorría".

Esta misma mujer contó que solía ver al párroco por las mañanas, ya que éste se levantaba a las 6.00 horas para dar un paseo, comprar el periódico y tomarse un café, aunque esta misma mañana ya no lo vio.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento