1931. El joven estadounidense Cliff Bradshaw, novelista en ciernes, llega a Berlín en busca de inspiración. Desorientado excepto en lo tocante a la política —tras leer Mein Kampf, desprecia los ideales del emergente nazismo—, encuentra refugio existencial en el Kit Kat Club. También allí, en la música, el alcohol y el sexo, halla asilo el alma desnortada de la cantante británica Sally Bowles. La evasión es la tónica en el decadente local, siempre con el magnético, enigmático y ambiguo Emcee, el Maestro de Ceremonias, como guía.

La realidad se impone en otro escenario berlinés, la pensión regentada por Fräulain Schneider. Resignada, conformista, la mujer solo parece dispuesta a dejar un resquicio de su vida abierto a la emoción para el frutero Herr Schultz...

El clásico de Broadway con libreto de Joe Masteroff, música de John Kander y canciones de Fred Ebb Cabaret llevaba nueve años sin verse en Madrid, aunque en el recuerdo del público aficionado a los musicales todavía perviven el Emcee de Asier Etxeandia y la Sally de Natalia Millán —por no hablar de la perenne de Liza Minnelli en la versión cinematográfica—. Pero el nuevo montaje de SOM que se representa en el Teatro Rialto ha llegado pisando fuerte.

Con un punto de modestia dentro del grupo de las grandes producciones, es este un espectáculo limpio, cuidado en todos los aspectos, con una destacable sincronía de vestuario, maquillaje y escenografía. Todo ello en consonancia también con la intención declarada de mantenerse fiel al original de Broadway por parte del director, Jaime Azpilicueta (Sonrisas y lágrimas).

Dieciséis artistas conforman el elenco. En los papeles protagonistas, tres solventes rostros muy conocidos de la pequeña pantalla pero con experiencia también en los escenarios a sus espaldas: Cristina Castaño (Fama, el musical; Tartufo) como Sally, Edu Soto (Capitalismo, hazles reír) como Emcee y Daniel Muriel (Las heridas del viento) como Cliff. Además, algunos de los nombres más sólidos del panorama musical español contemporáneo, como Víctor Díaz y Enrique R. del Portal (Los miserables) o Marta Ribera (Chicago). Ellos hacen redondos los números más emblemáticos Willkommen, Quizá ahora (Maybe this time), Money (The Money Song) o Cabaret. Ellos y un puñado de músicos dirigidos por Raúl Patiño. El viento da gloria oírlo.