«Echaré de menos no ir al cole todos los días»

Cuando llegó a Gines, a principio de los ochenta, sólo había un colegio. Ahora hay tres. Elisa Butrón, maestra de muchas generaciones, se jubila tras 27 años dedicada a la enseñanza infantil. Se lleva mil recuerdos: el día que se inundaron los alrededores del centro y sacaron a los niños en Land Rover; lo bien que lo pasaban cogiendo sapos o juncos para hacer las agujas de manualidades y las veces que los más pequeños, a primera hora de la mañana, se equivocaban y en vez de maestra, profesora o seño la llamaban mamá.¿Qué echará de menos?

No ir al cole todos los días. Llevo 40 años levantándome de lunes a viernes para eso.

¿Qué ha aprendido?

Muchísimo. Cuando los mayores perdemos el norte, lo bonito de los niños es que te hacen caer en lo esencial y te dan respuestas rápidas y sencillas que llevabas tiempo buscando.

¿Qué han perdido las aulas?

La cercanía. Antes el maestro estaba más horas con los niños. Los disfrutaba más.

¿Qué era antes la escuela?

El único sitio donde bebían de todo. La atención la tenían más centrada. Ahora disponen de más medios, de ordenadores, audiovisuales y su atención está mas repartida. Ahora es más difícil que los niños estén atentos en clase, aunque su cariño sigue siendo el mismo.

El colegio es hoy...

... el reflejo de la sociedad. Recibimos lo que la familia manda, lo que se vive fuera.

¿Entiende el bulling?

No. Creo que es más una divulgación de casos concretos que una realidad. Y esto no es negar que exista.

¿Cómo se lleva un colegio?

Se lleva adelante cuando toda la familia educativa colabora.

¿La clave de su gestión?

Los niños funcionan bien cuando la escuela y la familia hablan el mismo idioma.

¿Su mensaje?

El colegio es vida y la vida sin ilusión no la concibo. Me voy, no me despido.

Bio

66 años. Es onubense. Comenzó en el colegio Carmen Iturbibe. De ahí pasó a Nuestra Señora de Belén, del que ha sido directora 17 años.

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