Las fuerzas de seguridad de Irán detuvieron hace dos semanas a un ejecutivo con doble nacionalidad iraní-estadounidense mientras visitaba a unos familiares en el país persa, informaron este jueves los diarios The Wall Street Journal y The Washington Post.
Ambos rotativos, que citaron a otros empresarios y familiares del detenido, destacaron que este arresto, que eleva a cuatro la cifra de estadounidenses presos en Irán, supone un nuevo escollo para la Administración de Barack Obama para fortalecer sus lazos con la República Islámica tras la consecución del acuerdo nuclear.
Hace dos semanas, Siamak Namazi, jefe de planificación estratégica de Crescent Petroleum Co., fue arrestado durante una visita a sus familiares en Teherán, adonde se había desplazado desde su residencia habitual de Dubái.
Por motivos que todavía se desconocen, Namazi fue detenido por la Inteligencia de las fuerzas de la Guardia Revolucionaria iraní, que responde directamente ante el Líder Supremo, el ayatolá Alí Jameneí, y no ante el Gobierno.
Según el Wall Street Journal, Namazi había "promovido la mejora de relaciones" entre Irán y EE UU, por lo que el rotativo considera que el ala dura de los conservadores iraníes está "tratando de bloquear la entrada de inversores extranjeros" a la re iúblicaIslámica.
En las últimas semanas, empresarios iraníes vinculados con compañías extranjeras han sido detenidos, interrogados y avisados de que no se entrometan en los monopolios controlados por la guardia revolucionaria, según el diario neoyorquino.
Histórico acuerdo nuclear
El histórico acuerdo entre Irán y las potencias del Grupo 5+1 (EE.UU., Francia, China, Rusia y el Reino Unido más Alemania) anunciado el pasado 14 de julio puso fin a más de diez años de tensión internacional por el programa nuclear iraní.
En virtud del mismo, Irán podrá mantener su programa nuclear pacífico, si bien muy reducido y bajo una estricta vigilancia internacional, a cambio del fin de las sanciones económicas que pesan sobre su economía.
Destacados políticos tanto de Irán como de Occidente, así como analistas y expertos, han considerado que este acuerdo abre la puerta a una mayor aproximación del país asiático a la comunidad internacional y una posible apertura del régimen.
Tanto EE UU como Irán han rechazado, sin embargo, que sus relaciones bilaterales vayan a cambiar a corto o a largo plazo y que mantendrán sus posturas abiertamente encontradas en temas regionales e internacionales.
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