El director general de Prevención y Calidad Ambiental de la Junta, Fernando Martínez, acompañado por la delegada territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio en Huelva, Rocío Jiménez, han informado este jueves del estudio olfatométrico para la identificación de los malos olores que ha encargado la administración a la empresa Strengths y que realiza una primera fase hasta diciembre, de manera que los resultados se darán a conocer en enero. Este estudio es complementario al que se ha pedido a un total de doce empresas del Polo Químico.

Así, en rueda de prensa, el director general ha remarcado que la normativa a nivel regional habilita a la Junta a imponer medidas correctoras a las empresas, si se determinase su incidencia, para paliar esta situación, es decir, cuenta con mecanismos que contemplan la posibilidad de exigir a las empresas la implantación de medidas correctoras para solucionar los malos olores.

Este estudio, que en su fase piloto comenzó en septiembre y culminará en diciembre, tiene un coste de 17.000 euros y la voluntad de la Junta es que haya continuidad en el tiempo para poder completarlo lo máximo posible. De este modo, según ha dicho el responsable de negocio de la empresa encargada del estudio, Francesc Recansens, lo normal es que este tipo de informes tengan una continuidad durante un periodo de entre seis meses y un año.

Por su parte, Martínez ha dejado claro que, en virtud de la normativa autonómica, la Junta, una vez conozca los resultados, podrá exigir a las empresas, en caso de que tengan responsabilidad, que tomen medidas correctoras, como por ejemplo la colocación de filtros o limitación de emisiones si concurren una serie de condiciones meteorológicas.

No obstante, ha indicido en la importancia de conocer los resultados de este informe puesto que el hecho de que se produzcan malos olores puede deberse a diversos factores y tendrían su incidencia "la humedad alta, la llegada de polvo procedente del Sáhara y vientos sur-sureste".

Además, ha resaltado que en el caso de Huelva, estos episodios han coincidido con esas tres variables meteorológicas como la humedad, la entrada de polvo africano en partículas y vientos del Sur Sureste de velocidad baja.

Martínez ha señalado que los focos no tienen que ser únicos y ha apuntado que el origen de los olores puede provenir de varios focos y de ahí, la necesidad de culminar la investigación.

Asimismo, Francesc Recansens ha señalado que para el desarrollo del estudio se han establecido 16 puntos localizadas en dos zonas, una la del entorno de Huelva más próxima al Polo Químico y otra en La Rábida y el polígono Nuevo Puerto.

La determinación de los olores presentes en el entorno se está realizando mediante evaluaciones de campo, con el establecimiento de esos 16 puntos de medida, distribuidos en la capital y sus alrededores. Se realiza la identificación de los olores presentes en la zona, previamente a la de las evaluaciones, con cinco panelistas determinando la concentración de olor por olfatometría dinámica.

La evaluación se prolonga durante tres meses (26 días), con una distribución horaria aleatoria, incluyendo todas las horas del día (mañana, tarde, noche) y todo tipo de día (laborable, festivo), haciendo especial hincapié en horario vespertino y nocturno (mayor sensibilidad ciudadana) y durante el fin de semana (mínimo 30% de las medidas).

Recansens ha concretado que los panelistas son los encargados de realizar las toma de muestras en los distintos puntos de manera aleatoria ya que el objetivo es "poder reflejar de forma realista la evolución de los olores desde el punto de vista de la inmisión, es decir, qué percibe el ciudadano y determinar que tipo de actividades pueden estar generándolos".

El estudio consiste en evaluar de forma exhaustiva los niveles de olor en inmisión en determinadas zonas de Huelva y alrededores, analizando la contribución relativa de cada actividad emisora de la zona al impacto total por olores.

"velar por la calidad de vida"

Tras dejar clara la voluntad de la Junta de Andalucía para buscar una solución a estos episodios, el director general ha recordado que nunca ha habido valores fuera de los límites legales de ninguno de los parámetros recogidos por la Red de Control y Vigilancia de la Contaminación, al tiempo que ha sostenido que habrá que esperar a los resultados para determinar la procedencia de los malos olores.

Igualmente, ha sostenido que lo que esté provocando los olores "no tiene porqué estar relacionado con esos puntos", de manera que ha hecho hincapié en la importancia de conocer los datos de este estudio.

Así, ha defendido que la Consejería de Medio Ambiente tomará medidas, aunque las emisiones sean inocuas, para paliar esto porque se trata de "velar por la calidad de vida de los ciudadanos".

En definitiva, mediante el presente trabajo se espera identificar los focos de olor presentes en la zona de evaluación y elaborar mapas de frecuencias para cada uno de los olores identificados como predominantes en la zona de análisis. Por todo ello, Martínez ha señalado que la Junta confía en que con la información recabada se pueda conocer las actividades causantes de olor en la zona de evaluación, así como la contribución relativa de cada una de ellas.