Enchufar la cafetera o pulsar un interruptor es fácil. Crear la energía que hace que funcionen las decenas de aparatos que hay en las casas, las calles, los bares, los hoteles... es bastante más complicado, costoso y perjudicial para el medio ambiente.

Granada tendrá la planta solar más grande de Europa y la segunda en el mundo después de la de Nevada (Estados Unidos). La central Andasol, ubicada en La Calahorra y Aldeire, aprovechará el calor del sol (energía limpia) para alumbrar a 45.000 familias –unas 135.000 personas–, y evitará la emisión a la atmósfera de 150.000 toneladas de dióxido de carbono al año.

Las obras de esta gran central (dividida en tres etapas) comenzaron hace un año y ayer se colocó la piedra de la segunda fase. La primera parte de la planta, que generará electricidad para cerca de 15.000 viviendas, comenzará a funcionar en julio de 2008 y esta segunda, de iguales características, está previsto que se termine a finales de 2008. Andasol, con una inversión de 620 millones de euros, creará cuando esté en pleno rendimiento más de 100 puestos de trabajo cualificado.

Instaladoras en la región

Las primeras plantas termosolares se están instalando en Europa, y a la de Granada hay que añadirle Guadiamar de Sanlúcar la Mayor (Sevilla), Ibersol (Almería) y Soluz-Guzmán en Palma del Río (Córdoba).

La creación de empresas andaluzas en este sector también se ha incrementado en los últimos tres años, pasando de las 250 firmas instaladoras a las 600.

Aceite sintético a 400 grados

Andasol es fruto de la colaboración entre la empresa española Cobra –filial de ACS– y la alemana Solar Millennium. La planta utilizará un sistema creado por el Ciemat (Centro de Investigaciones, Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas) y la Agencia Alemana del Espacio (DLR) por el que los colectores tendrán un mecanismo que seguirán al Sol en todo momento para que los tubos que absorben el calor calienten el aceite sintético hasta los 400 grados.