La red internacional de ladrones, desarticulada el martes por la Guardia Civil en Medina del Campo (Valladolid), también había actuado en Burgos hasta en cuatro ocasiones: dos en el Hipercor de la capital, uno en el Eroski de Miranda del Ebro y en una cuarta ocasión en el Sabeco de Aranda de Duero.

Los detenidos se habían especializado se habían especializado en robos en el interior de centros comerciales, sobre todo, de la cadena Eroski, Caprabo e Hipercor.

Así, a la hora del cierre del centro comercial y previo reconocimiento del mismo, uno de los integrantes de la organización se ocultaba en el interior del local donde iban a llevar a cabo el robo.

Una vez controlados los movimientos de los vigilantes jurados, el resto de miembros de la organización delictiva se introducía en el interior utilizando los accesos de emergencia que previamente habían forzado. A partir de ese momento, se distribuían las misiones y mientras unos forzaban las vitrinas donde se custodiaba el material informático y de mayor valor, otros continuaban controlando los movimientos de los vigilantes jurados.

De igual forma, en el exterior del centro comercial permanecían varios integrantes de la organización realizando funciones de vigilancia y apoyo.

Se calcula que el total de efectos sustraídos durante el tiempo que la organización delictiva ha estado actuando ascendería a más de 600.000 euros.

Las investigaciones se han prolongado durante más de tres meses, debido a la especialización, perfeccionamiento de la organización delictiva investigada y dificultad para identificar y localizar a todos sus integrantes.

A los 11 detenidos se les imputan 40 robos en 12 provincias españolas, entre ellas las de Castilla y Léon

Sus actuaciones en la Comunidad Además de los cuatro atracos llevados a cabo en Burgos, los detenidos también habían actuado en otras provincias castellanoleonesas como