Aumenta entre los jóvenes andaluces la ciberviolencia de género, sobre todo por WhatsApp

  • Los psicólogos del Instituto Andaluz de la Mujer han detectado un incremento de vícitimas de entre 14 y 18 años.
  • Las víctimas "normalizan" el problema y no se alarman de las actitudes controladores de sus parejas, según los expertos.
  • La Junta ha elaborado un protocolo pionero para que los profesionales sepan tratar este nuevo fenómeno.

Aplicaciones espía, prohibición de estar en determinadas redes sociales, obligación de eliminar ciertos contactos y de enviar fotografías para demostrar dónde están... Y la última moda: revelar todas las contraseñas como "prueba de amor". Todas estas actitudes, que se resumen en "aislamiento y control", sirven para identificar la llamada ciberviolencia de género. Es un "fenómeno nuevo" del que aún no existen datos concretos, pero que, según los expertos, cada vez se da más entre los jóvenes debido al auge de las nuevas tecnologías.

Sí existen estadísticas, nada halagüeñas, sobre violencia de género en menores de edad. Durante el primer trimestre de 2015 hubo en Andalucía 12 menores enjuiciados por este motivo, tres más que en el mismo periodo de 2014 y el doble que entre enero y marzo de 2013, según el TSJA. Además, el Registro de Violencia de Género del INE revela que, después de varios años descendiendo, 2014 cerró en la comunidad con 142 chicas menores con órdenes de protección o medidas cautelares, un 5% más que en 2013.

Precisamente, las menores representan el colectivo más "vulnerable" respecto a la ciberviolencia,  explica a 20minutos Juan Ignacio Paz, psicólogo y coordinador de programas para adolescentes del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM). El principal escollo es que "las víctimas no son capaces de identificar el problema: lo normalizan y no se alarman de que sus novios las quieran controlar, lo justifican diciendo que son celosos y que están muy enamorados", continúa Paz.

Sin embargo, la ciberviolencia es "la entrada en el camino a la violencia de género presencial", afirma el psicólogo, que apunta que las consecuencias de sufrir este tipo de acoso genera en las víctimas "agobio, depresión y un daño muy grande". Y es que las nuevas tecnologías, especialmente las redes sociales y, sobre todo, el WhatsApp, "multiplican los efectos de la violencia por su capacidad de difusión, repetición y viralidad", añaden desde el IAM.

Pruebas electrónicas

Pese a que no existe un perfil claro de las víctimas -"puede ser cualquier mujer que tenga una relación con un hombre que crea que la puede controlar", dice Paz-, en el Instituto Andaluz de la Mujer han detectado un incremento de víctimas de entre 14 y 18 años. Si bien es cierto que este fenómeno "se está extendiendo a los adultos". En su caso, "está menos normalizado, pero aún así se dan situaciones de abuso psicológico, insultos y amenazas", señala el psicólogo.

Aunque "existe un vacío legal" respecto a la ciberviolencia de género, ya que "cuesta reconocerla como violencia psicológica", los expertos inciden en la importancia de guardar "pruebas electrónicas" de cara a una posible denuncia. "No hay que borrar nada de lo que nos llega hasta que lo revise la Policía, por mucho daño que nos haga".

Además de la red municipal de centros de información a la mujer con los que cuenta el IAM (168 en Andalucía), la Junta ha puesto en marcha un protocolo pionero en España para que los profesionales sepan cómo atender y tratar los casos de ciberdelincuencia de género. El protocolo recoge un glosario específico de 200 palabras relacionadas con las TIC.

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