El consejero de Medio Ambiente y Ordenación de Territorio, José Fiscal, ha visitado la salina de San José, en el Puerto de Santa María (Cádiz), donde la Junta de Andalucía trabaja para restaurar la zona y recuperar su biodiversidad. El proyecto tiene un doble objetivo: la conservación ambiental y fomentar la educación medioambiental y el ecoturismo.

Según ha explicado la Junta en una nota, José Fiscal ha recordado que se trata de una salina que lleva unos 50 años sin actividad, tradicionalmente empleada para el aprovechamiento marisquero, y que ha ido perdiendo sus estructuras por la falta de mantenimiento y regulación hídrica.

En este sentido, el titular de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha recalcado que desde la Junta se trabaja en el convencimiento de que la naturaleza del entorno, unido a sus características históricas, hacen pensar que estos terrenos poseen altas probabilidades de recuperación y una enorme potencialidad como humedal.

Según ha indicado, la Administración andaluza va a invertir un total de 340.000 euros en unas obras que comenzaron hace dos semanas y se prolongarán durante el próximo mes.

Fiscal ha destacado entre las actuaciones de recuperación ambiental la generación de espacios lagunares e islas y la instalación de elementos que reúnan los requisitos indispensables para el asentamiento y desarrollo de especies asociadas a estos ecosistemas, así como la restauración y regulación del régimen hidrodinámico del espacio.

Nidos de águila pescadora

Los trabajos contemplan la construcción de dos balsas destinadas al asentamiento de comunidades de aves asociadas a humedales de agua salada y salobre, especialmente limícolas; así como posaderos y una plataforma para favorecer la nidificación del águila pescadora, fundamentalmente en época de ivernada y reproducción.

En el perímetro más expuesto del ámbito de actuación se procederá a la construcción de una mota de protección que evite la salida de agua del sistema y facilite la acumulación en su interior, a la vez que proteja las estructuras interiores.

Se colocarán cinco compuertas que comuniquen el sistema con el río Guadalete, de modo que permita la regulación de la entrada de agua en función del régimen mareal. Así, se contribuye a la inundación periódica a la vez que se permite la regulación, lo que favorece la instalación de fauna y flora asociada a este régimen.

Con respecto al ámbito de la educación ambiental y el ecoturismo, el proyecto contempla la adecuación de caminos y la creación de otros nuevos, la colocación de señalética, recreación de tajos artesanales para la extracción de sal, la realización de un huerto salinero, y la colocación de una puerta de acceso al público, entre otras medidas.