La Junta de Castilla y León ha elevado al 2,9 por ciento la previsión de crecimiento de la economía regional para el presente año, ocho décimas más a lo recogido inicialmente en el presupuesto de 2015, y ha rebajado del 19,8 al 18,8 por ciento la tasa de paro también de este año cuando la tasa de creación de empleo alcanzará el 2,3 por ciento, frente al 0,9 por ciento calculado hace un año.

Así lo ha anunciado el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, en la presentación del proyecto de presupuestos de la Comunidad para 2016 que el jefe del Ejecutivo regional ha enmarcado en un escenario de consolidación del nuevo ciclo de recuperación económica que se inició de "forma tímida" en 2014 y se confirmó en 2015 con el fortalecimiento de la producción y de la demanda.

Las nuevas cuentas contemplan una previsión de crecimiento del PIB del 2,7 por ciento, tres décimas menos que lo previsto para España, aunque por encima de la media de la zona-Euro 19 (1,9 por ciento) y de la UE-28 (2,1 por ciento).

Sin pretender enmendar la plana al Gobierno de la nación, como pretende hacer, ha lamentado, la Unión Europea, Herrera ha defendido la "extraordinaria prudencia" de la Junta en la elaboración de su cuadro macroeconómico para 2016 y ha explicado que la mejor prueba de esa actitud ha sido la revisión de las previsiones que hizo el pasado año para 2015.

El escenario macroeconómico prevé una tasa de paro del 17,8 por ciento, casi dos puntos por debajo de la media española (19,7 por ciento), pero muy por encima de las medias de la zona Euro-19 (10,5 por ciento) y de la UE-28 (9,2 por ciento), si bien Herrera ha augurado que es "más que probable" que la tasa se acerque o baje del 16 por ciento algún mes desde el reconocimiento también de que tendrán que pasar "unos cuantos años" para volver a llegar al 7 por ciento que se consiguió en 2007.

En este punto, ha llegado a admitir que la creación de empleo, 2,0 por ciento para 2016, tres décimas menos que en 2015, es "insoportablemente lenta" por lo que ha insistido en centrar todos los esfuerzos en la reducción del desempleo, "el principal problema al que dirigir las prioridades políticas de la Junta".

En este caso, la tasa de empleo prevista para Castilla y León será un punto inferior a la de España aunque casi un punto superior a la de la Zona Euro-19 (1,1 por ciento) y el doble a la de la UE-28 (1,0 por ciento).

La única cifra que se mantiene del cuadro macroeconómico de 2015 es la del objetivo del déficit (-0,7 por ciento), que en 2016 ha sido rebajado un 57,1 por ciento hasta alcanzar el -0,3 por ciento, a pesar de las críticas de la Junta de Castilla y León que en el Consejo de Política Fiscal y Financiera que dio el visto bueno a este margen máximo para todas las comunidades autónomas llegó a abogar por un -0,5 por ciento cuando, según Herrera, le hubiera correspondido un -0,9 por ciento. "Así estamos", ha asumido.

El presidente de la Junta ha defendido en todo momento que el proyecto de presupuestos para 2016 aprobado este miércoles está "ajustado" tanto a las previsiones económicas y de empleo como a las obligaciones de control del déficit y de la deuda pública que se ha situado en el 18,6 por ciento del PIB, frente a una media del 22,5 por ciento.

Herrera ha comprometido una vez más el compromiso de Castilla y León con la consolidación fiscal y con la estabilidad financiera del país, si bien ha cargado contra los cambios de criterio del Ejecutivo central que ha tachado a Castilla y León de comunidad incumplidora por la "mínima desviación" del 0,1 por ciento respecto al límite del -1,0 por ciento permitido para ese ejercicio y que el presidente ha justificado en la falta de pagos de "determinados fondos mineros".

En este sentido, ha reconocido que el cumplimiento del déficit previsto para 2015 tampoco está exento de dificultad ante la "enorme presión" del gasto sanitario, con el pago de los medicamentos contra la hepatitis C, y la recuperación de los derechos de los empleados públicos, dos temas para los que la Junta ha reclamado en repetidas ocasiones al Gobierno que no computen en términos de déficit.