El CTC y Degima presentan avances "prometedores" en un proyecto europeo sobre energías renovables marinas

El proyecto ACORN ensaya nuevos recubrimientos para evitar la corrosión en las estructuras destinadas a producir esta energía

El Centro Tecnológico de Componentes (CTC) y la empresa cántabra Degima han mostrado por primera vez los "prometedores" avances obtenidos en el proyecto de investigación ACORN, en el que se ensayan nuevos recubrimientos para combatir la corrosión y el biofouling, asi como para reducir el efecto negativo de la cavitación en las turbinas y los convertidores de energía marina.

A pesar de que el proyecto no finalizará hasta febrero de 2016, se trata de unos resultados "muy prometedores" que servirían a las empresas del sector para mejorar sus productos y su competitividad. Álvaro Rodríguez, coordinador del área de Energías Renovables Marinas del CTC, ha asegurado que "las modificaciones que se han planteado en este proyecto son radicales".

Las novedades de la investigación se han presentado ante más de 40 empresas y centros de investigación nacionales e internacionales en el primer workshop del proyecto, celebrado este miércoles en Santander.

Los datos expuestos van encaminados a encontrar una solución patentable y duradera que ofrezca ventajas específicas para las estructuras offshore fijas, como las turbinas y los convertidores de energía de las olas.

El uso de sustancias no contaminantes que evitan la corrosión por el biofouling (fenómeno producido por la adhesión de seres vivos a las estructuras) es uno de los ejes de la investigación. El otro es el empleo de materiales muy duros que combaten la erosión provocada por la cavitación (desgaste derivado de la implosión de las burbujas que generan las turbinas con su propia actividad).

"Esperamos que al final del proyecto, en febrero de 2016, podamos tener dos recubrimientos que solventen estos problemas", ha comentado Rodríguez.

1,3

Millones de presupuesto

El proyecto ACORN cuenta con un presupuesto de 1.342.000 euros y se enmarca dentro del Instrumento PYME del Programa Marco de la Unión Europea (FP7), un programa para que las también las pequeñas y medianas empresas puedan abordar procesos innovadores.

"Esta ventaja que te da Europa, te proporciona una visión global y permite posicionarte a nivel internacional", ha indicado Luis San Segundo, director financiero de Degima, para quien este proyecto es "una oportunidad" de incorporar a su empresa "valores añadidos que hasta ahora no teníamos".

La colaboración entre el CTC y Degima ilustra a la perfección un caso éxito alianza entre una pyme innovadora cántabra y el único Centro Tecnológico de la región. Entre ambos existe un convenio marco para trabajar conjuntamente en proyectos innovadores.

"Para nosotros, la participación en este proyecto es algo estratégico", ha señalado Luis San Segundo. "Este apoyo nos va a permitir ser más competitivos, que las energías marinas sean menos gravosas y que finalmente se puedan implantar con el beneficio que tienen para toda la sociedad", ha añadido.

Degima y el CTC constituyen la representación española de un proyecto integrado por siete socios de cinco países. En el consorcio participan cuatro empresas y tres centros de investigación de España, Suecia, Reino Unido, Holanda y Dinamarca.

El Centro Tecnológico de Componentes está trabajando especificacimente en la parte del proyecto dedicada a reducir la erosión de los materiales producida por la cavitación. Además de los ensayos de corrosión sobre diferentes recubrimientos, los investigadores del CTC han realizado un modelado numérico hidrodinámico de una turbina.

De este modo, pueden predecir dónde, cuándo y en qué condiciones de funcionamiento se produce la cavitación. Este trabajo permite al único Centro Tecnológico de la región continuar desarrollando dos de sus líneas más consolidadas a nivel internacional como son los estudios de corrosión y las técnicas de modelado numérico.

ACORN

El proyecto ACORN (Advanced Coatings for Offshore Renewable Energy) investiga en el desarrollo de recubrimientos protectores frente a la corrosión marina. El crecimiento de este mercado está relacionado con la construcción de nuevas estructuras que van desde la cimentación de las turbinas de energía eólica marina a los dispositivos de energía de las olas.

Actualmente, son necesarios sistemas con una duración superior a 20 años que ofrezcan una protección fiable contra la corrosión por biofouling y la corrosión por cavitación que se produce sobre todo en las estructuras offshore fijas.

Para combatir los efectos del biofouling, el proyecto ACORN utiliza la tecnología de la pulverización térmica de aluminio (TSA). Así proporciona una matriz de recubrimiento con una vida media en el mar de más dos décadas. El equipo investigador propone introducir en la matriz porosa aluminio sustancias anti-incrustantes, respetuosas con el medio ambiente, que puedan estar expuestas gradualmente a la superficie activa del recubrimiento.

Además, el proyecto también desarrolla recubrimientos resistentes a la corrosión y a los fenómenos de erosión por cavitación, con el objetivo de conseguir una vida media de más de 10 años en los recubrimientos de los generadores de energía mareomotriz.

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