El jurado popular ha declarado culpables por unanimidad a Baldomero S.G. y sus hijos Francisco Miguel S.F. y José S.F. del doble homicidio en julio de 2012 del hermano del primero y el hijo de este, a quienes tirotearon a las puertas de su casa después de que ambas familias protagonizaran un enfrentamiento en un pub de su propiedad por "diferencias" en la forma de "administrarlo".

El veredicto, leído este jueves en audiencia pública ante una sala abarrotada, señala al hermano y tío de las víctimas y al primero de sus hijos como autores materiales de los cuatro y dos disparos, con la agravante en el caso de Baldomero S.G. de parentesco, que acabaron con la vida de sus allegados mientras que a José S.F. le apunta como cooperador necesario ya que facilitó a su padre el arma con el que perpetró el tiroteo mortal si bien le ha reconocido que colaboró con la Justicia.

El jurado, que ha modificado la calificación inicial de los hechos como asesinato al considerar que el ataque no fue "totalmente sorpresivo" y sin dar "posibilidad de defensa" a los fallecidos, ha declarado no culpable al tercero de los hijos, Nicolás S.G., también procesado, ya que no estima acreditado que participase o siquiera estuviera en el lugar donde ocurrió el doble crimen.

Tras la lectura del veredicto, que también ha declarado culpable al padre de un delito de tenencia ilícita de armas por el que enfrenta 18 meses de cárcel, el fiscal ha solicitado el "inmediato" ingreso en prisión de los tres condenados aunque la presidenta del tribunal, la magistrada Soledad Jiménez Cisneros de Cid, ha desestimado la petición argumentando que no existe riesgo de fuga y que persisten las circunstancias por las que se decretó la libertad provisional a principios de año.

En cuanto a las penas, ha interesado para Baldomero S.G. las penas de 15 años de prisión, la máxima prevista en el Código Penal, por cada uno de los dos homicidios mientras que para Francisco Miguel S.F. ha solicitado 13 años de prisión por cada una de las muertes.

Para José S.F. ha pedido, teniendo en cuenta la atenuante de colaboración con la Justicia, once años de cárcel por cada uno de los dos hechos delictivos al tiempo que ha ratificado la cuantía de 512.000 euros en concepto de responsabilidad civil, conjunta y solidaria.

Tras dos días de deliberación y la emisión de cuatro veredictos, uno por cada uno de los procesados, el jurado popular integrado por cinco mujeres y tres hombres considera probado que el 27 de julio de 2012 tuvo lugar una disputa entre condenados y víctimas en el interior de un pub de propiedad familiar por "diferencias en la administración" y que esta dio lugar a que el hermano de Baldomero S.G., posteriormente abatido a tiros, requiriese la presencia de la Policía Nacional.

Por unanimidad, concluye Baldomero S.G., con intención de acabar con la vida de su hermano y de su sobrino, se dirigió a su domicilio, contiguó al de ellos, y una vez alló "sacó las armas de fuego" propiedad de sus hijos Francisco Miguel y José, y "cargó la munición".

Remarca que "esperó a que llegaran a su casa y, tras situarse en la acera de enfrente empuñando el revolver de José, procedió a disparar con el revolver". Cuatro de los tiros impactaron contra su hermano, dos de ellos mortales de necesidad, mientras que su sobrino sufrió otros dos impactos "que le provocaron gravísimas lesiones, afectando a órganos vitales".

En el caso de Francisco Miguel, el veredicto recoge que las pruebas periciales "lo sitúan como tirador" a una distancia de 1,5 metros, "avanzando hacia la fachada" si bien, según apunta, "comenzó a disparar entre dos vehículos estacionados". En total, realizó siete disparos. Remarca, no obstante, que después de eso "se entregó y colaboró sin resistencia". Ambos, padre e hijo, dieron negativo en el test de pólvora lo que el jurado explica con que se lavaron las manos en la "bañera".

Con respecto a José, el jurado dictamina que actuó como cooperador necesario "ya que sacó el revolver que uso Baldomero de la caja fuerte de la que solo él tenía la llave y cargó el arma".

La acusación particular ha solicitado penas que suman 30 años para el padre y el hijo autor material de los disparos mientras que para José ha interesado un total de 25 años. Las defensas, por su parte, han interesado la mínima de diez años prevista el Código Penal para el delito de homicidio en los tres casos.