El vaso se puede ver medio lleno o medio vacío, aunque en este caso, las cifras de usuarios de las piscinas municipales en su primer mes de apertura, hablan por si solas.
En junio de 2006 hubo 25.861 bañistas, mientras que este año no llegan ni a la mitad y a penas se han registrado 12.386 clientes, según los datos de la Fundación Municipal de Deportes.
La causa es el mal tiempo, ya que durante la primera semana de apertura se registraron lluvias y las temperaturas medias son menores de lo que suele ser habitual en un mes de junio en Valladolid.
El bajón de público se nota tanto en las personas que pagan su entrada -que de 5.413 adultos y 6.066 niños, han pasado a 2.027 y 3.122 respectivamente- como en los bonos de varios baños y en los abonos de temporada.
Ni siquiera los niños, que son los más fieles a la piscina, sin tener en cuenta el tiempo, han sacado su abono este año, y de 473 en 2006, se han reducido a sólo 55 este año.
Las piscinas privadas se ven afectadas en la misma medida que las públicas.
Un verano más suave
En la primera semana de julio , hasta el viernes 6, las temperaturas máximas en Valladolid no habían superado los 30 grados, la media de cualquier mes de julio durante los pasados 30 años.
El Centro Europeo de Predicción ya avisó de que, durante la primera quincena, las temperaturas estarían tres grados por debajo de lo habitual . Eso sí, a partir del 15 de julio hará más calor.
JORGE VILLERINO. Gerente de la piscina Riosol.
"Un día de julio debería de haber unas 300 personas y a penas hay 60. Este año casi no hay abonos, ya que no hemos tenido ni un fin de semana bueno. Pinta mal, ya que los gastos fijos son los mismos, el personal, la depuradora...".
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