La Agrupación de Comerciantes Segovianos (ACS) critica "la rigidez, el inmovilismo y la falta de diálogo" del equipo que lidera la socialista Clara Luquero, alcaldesa de Segovia, en el asunto de la regulación de la actividad de carga y descarga en el casco histórico, que ha sido modificada para evitar riegos tanto para los peatones como para el patrimonio histórico.

Según lamenta a través de un comunicado, esta es la actitud que viene manteniendo desde hace semanas y que se puso de manifiesto de nuevo en la reunión de este martes, durante la cual comunicó la decisión ya tomada, "sin ninguna opción de consulta o modificación, ninguneando de esta forma los intereses del sector comercio de la ciudad".

A juicio de la Agrupación, el encuentro fue un "simulacro" con el que se pretendía dar la imagen de consulta y diálogo para engañar a la opinión pública. Los comerciantes reprueban que incluso se enviara un comunicado de prensa con las conclusiones antes de la celebración de la reunión.

La ACS incide en que fijar el horario de carga y descarga desde las 7.30 hasta las 10.00 horas es una decisión que afecta directamente al sector, al que se le impone unos horarios que son "incompatibles" con la propia actividad. Agrega en este sentido que supone mayor coste económico para el comerciante, no soluciona nada y dificulta la conciliación de la vida profesional y familiar.

"Se trata de una imposición unilateral que choca frontalmente con los intereses de un sector como el de comercio, con un importante peso en el PIB y en el empleo de la ciudad y con el que no se cuenta a pesar de las apariencias", subraya.

Los comerciantes aseguran que la modificación, que supone adelantar media hora el inicio del horario y una hora el fin, tampoco está basada en un estudio serio sobre las necesidades de esta zona y los flujos peatonales, sino en un informe realizado "en un par de días" que carece de una desagregación por sectores de actividad a los que los vehículos industriales dan servicio.

"La conclusión es que no se realiza ningún esfuerzo por compatibilizar los usos económico, residencial y turístico, como ha propuesto ACS en reiteradas ocasiones, sino que se priman unos sobre otros sin valorar las consecuencias", añade.

La ACS realizó recientemente una encuesta entre todos los establecimientos comerciales ubicados en la Calle Real (asociados y no asociados) respecto al horario de carga y descarga en esta vía que reveló que el 97 por ciento de los encuestados que respondieron no comparte la postura del Equipo de Gobierno, lo que explicita un rechazo casi total a la misma.

Según este sondeo, el 91 por ciento de los empresarios cree que se deben explorar otras alternativas, el 68 por ciento considera que la propuesta de adelantar el horario de carga y descarga afectará negativamente a sus negocios y el 65 por ciento afirma que implicaría incluso mayores costes salariales.

Con la medida, el Ayuntamiento quiere acabar con las situaciones de peligro que provoca el elevado paso de vehículos por la Calle Real por las mañanas, tanto para los peatones como para el patrimonio. Asimismo, pretende poner fin a la imagen "caótica" que ofrece a esas horas esta arteria comercial, una de las principales de la ciudad.

Esta calle se caracteriza por su estrechez en algunos tramos y es el eje de unión entre el Azoguejo y la Plaza Mayor y, por tanto, una vía fundamental de conexión entre los puntos turísticos más importantes de la ciudad: el Acueducto, la Catedral y el Alcázar.