Los españoles viajaron en el segundo trimestre del año un 6,1% más que en 2014, pero los efectos de la crisis han dejado huella en sus tendencias de desplazamiento. Según la Encuesta de Turismo de Residentes (ETR/Familitur) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 34,6% de los 46,8 millones de viajes que se realizaron entre abril y junio de este año, se efectuaron con motivo de visitas a familiares y a amigos, un porcentaje 15 puntos mayor al que existía en el mismo período de 2007, el año que comenzó la crisis económica.

Este cambio de tendencia se plasma igualmente al analizar el destino de sus viajes. La vivienda de los familiares y amigos fue la 'posada' elegida por el 42,7% de los viajeros en el segundo trimestre del año —se eleva al 44,2% si solo tenemos en cuenta desplazamientos dentro de España— y la más habitual para los viajeros españoles.

"No solo es por la crisis o el dinero, viajar a casa de amigos te aporta algo más", comenta Pedro García, un madrileño de 34 años que está acostumbrado a alojarse en casa de amistades cuando viaja. "Por un lado ahorras en el alojamiento, en fianzas y evitas encontrarte con hoteles de mala calidad que solo atrapan a los turistas; pero además es el ambiente familiar que encuentras en la casa de un amigo, ni siquiera tengo que comprar productos de hogar o la comida", comenta Pedro. "¿La contrapartida?", se pregunta; "evidentemente se pierde intimidad en tu hogar y tienen que estar pendientes de ti". Por ese motivo, dice este viajero, él hace el mismo favor a sus amigos cuando quieren visitar Madrid.

* Los datos de 2007 a 2014 los medía el Instituto de Turismo de España, en la encuesta Familitur.

La tendencia no es singular del turismo interior. También el destino a casas de conocidos se replica en el extranjero. Hasta un 25,1% de los encuestados por el INE admiten que las viviendas de familiares o amigos son su morada cuando viajan a otro país, solo por detrás de la opción hotelera (55%). El madrileño Pedro, que por su edad se encuentra en el rango de mayor frecuencia de viajeros —el 36,4% de los viajes de residentes son de personas de entre 30 y 34 años— también es un devoto de esta alternativa. E identifica como factor al alza que "cada vez más amigos y familiares trabajan y estudian en el extranjero" debido al exilio laboral de los jóvenes. "Visitar países extranjeros y quedarte en casa de amigos, te permite por un lado conocer mejor el país, pero además es un modo de poder reencontrate con personas que de otro modo no verías".

Los viajes de ocio —en un trimestre que incluye varios espacios vacacionales como la Semana Santa o el Puente de Mayo— son los principales afectados por este cambio en la tendencia de los viajes de los residentes en España. Después de alcanzar una cifra de 25,6 millones de desplazamientos por motivos de ocio, recreo y vacaciones en 2009 (el 62,45% del total), el peso de este motivo viajero ha descendido hasta el 50,8% (23,7 millones de viajes). Y los hoteles se han visto también afectados: las pernoctaciones en establecimientos hoteleros solo suponen un 24,5% del alojamientos, casi 20 puntos menos que las casas de familiares o amigos.

"Ha habido una modificación de las actitudes viajeras. Los consumidores tienden a disfrutar de los beneficios que proporciona la economía colaborativa, basada en el intercambio social y familiar de viviendas", asegura Manuel Figuerola, director del Doctorado en Turismo de la Universidad Antonio Nebrija, sobre iniciativas que usan plataformas digitales de intercambio como Couchsurfing. "Esas iniciativas inducen a las economías más limitadas a buscar formas de viaje más baratas, siempre que no supongan un grave deterioro del nivel de bienestar y confort".

Figuerola no cree sin embargo que los hoteles queden a la zaga de las moradas de conocidos solo por las nuevas tendencias de consumo turístico, sino a "la falta de innovación y cambio, a la pérdida de la calidad y competitividad, la menor atención al cliente y a la ignorancia sobre cómo alcanzar un modelo de servicio hotelero más eficiente".

Según este experto en estructura del mercado turístico y también consultor internacional de la OMT, el incremento del 6,1% en los viajes de los españoles responde precisamente a la mejora de las perspectivas de renta y empleo, y a que el ligero aumento de la economía ha repercutido en las cifras de este trimestre. Pero augura para el futuro un cambio de orientación desde el ahorro actual a "una economía de mayor gasto, calidad y empleo".

Los desplazamientos por negocios también parecen haber recuperado ímpetu. En el segundo trimestre, segun datos del INE, supusieron 5,4 millones de viajes (el 11,5% del total), cinco puntos más que en 2014. Tanto el total de viajes como su peso suponen las cifras más altas en este periodo desde 2009, cuando marcaron 5,7 millones de viajes y un 13,91% de peso en el total de desplazamientos. Además, han supuesto el crecimiento mayor en este segundo trimestre  —un 12%, indicativo quizás de una mayor actividad económica— por encima de los viajes por motivos familiares (un 6%) y los de ocio (un 4,2%).

El resto de los motivos que esgrimen los residentes en España para viajar —viajes de estudios, de salud, religiosos o por incentivos de empresa— se han reducido en los últimos años de forma paulatina y han alcanzado su cifra más baja: apenas 1,4 millones de viajes, o el 3,1% de los desplazamientos.