El consejero de Comercio, Francisco Martín, cree que la postura del Ayuntamiento de Santander de no reducir en quince días el periodo de libertad de horarios del comercio, tal y como había planteado, es una "tarrascada" al Gobierno de Cantabria y supone una ruptura del "punto de consenso" que, a su juicio, existía "hasta ayer" en el sector sobre las aperturas, un acuerdo al que el Ejecutivo regional confía en poder volver.

Así ha valorado el consejero, durante una comparecencia parlamentaria, lo ocurrido en relación a este tema en el Pleno del Ayuntamiento de Santander de ayer, jueves, en el que a raíz de una moción presentada por la oposición sobre la Zona de Gran Afluencia Turística, el alcalde, Íñigo de la Serna, dio por "roto" el acuerdo al que había llegado con Martín de reducir en 15 días el periodo de aplicación de la libertad de horarios comerciales, fijándola del 1 de julio hasta el 31 de agosto, y no hasta el 15 de septiembre como hasta ahora.

El consejero ha considerado que esta decisión tomada por el Consistorio era "innecesaria", pero ha rechazado "enfrentarse" al Ayuntamiento por las aperturas comerciales.

"No lo voy a hacer", le ha dicho al diputado de Podemos José Ramón Blanco que en la comparecencia había animado al consejero a adoptar una postura "valiente", "plantar cara" al Ayuntamiento y "forzarle" en esta cuestión, lo mismo que en limitar al centro de la ciudad la Zona de Gran Afluencia Turística y no a otras zonas como Peñacastillo o Raos.

Martín, que ha insistido en que "prefiere dialogar que enfrentarse", ha explicado que cada Administración tiene su ámbito competencial y ha reconocido que el Ayuntamiento es "soberano" para "hacer lo que quiera" en estos aspectos relativos a la Zona de Gran Afluencia Turística.

"Nosotros como Gobierno no tenemos capacidad para alterar las decisiones competenciales del Ayuntamiento pero no era una acción necesaria en un ámbito de colaboración, en el que el Gobierno empezó a hablar con todo el mundo y se había llegado a ese punto de consenso romper ahora ese consenso me parece cuando menos una perdida del trabajo realizado", ha manifestado.

El consejero ha explicado que las competencias de la Consejería en este ámbito están establecidas por Ley y se limitan a la necesidad de fijar los diez días de apertura comercial en Cantabria en base a unos criterios, un "terreno de juego" del que —ha dicho— no puede salirse.

Sin embargo, Martín ha confiado en "poder reconducir esa situación y volver al punto de acuerdo que había", en el que —ha dicho— se atendía "un poco" a los intereses de aquellos que querían abrir los cinco domingos de las Navidad —se había aceptado abrir dos— y de aquellos que querían mantener todas las aperturas en verano, aceptándose en cinco de ellos.

Según la documentación aportada por la Consejería con motivo de esta comparecencia, se señalaba que, desde el Gobierno regional, se había trasladado ya al sector una "propuesta preliminar concreta" sobre los festivos de apertura de 2016, sobre la que ya se estaban pronunciando las distintas partes.

Se señalaba que una vez se cerrara el acuerdo sobre 2016, se les remitiría "lo correspondiente a los restantes años de legislatura para cerrar un acuerdo que abarque la totalidad de la misma".